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6 / 8 Decenas de personas se trasladaron con sus telescopios a zonas alejadas de Vienna para observar el evento astronómico. (Foto: GEORG HOCHMUTH / APA / AFP)
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Exactamente cincuenta años después del lanzamiento del Apolo 11, el 16 de julio de 1969, una gran parte de los terrícolas pudieron contemplar un eclipse parcial de Luna.
Un eclipse lunar tiene lugar cuando el Sol, la Tierra y la Luna están alineados y la luna queda en el cono de sombra producido por la Tierra.
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El martes, el eclipse fue parcial, por lo que la Luna no quedó totalmente a oscuras. Pero alrededor del 60% de la superficie visible de la Luna quedará cubierta por la sombra.
Privada de los rayos del Sol, la Luna se ensombrece y adquiere un tono anaranjado, debido a que la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz solar hacia el interior del cono de su sombra.
El fenómeno astronómico pudo contemplarse a simple vista, sin ningún peligro, al contrario de lo que ocurre con los eclipses de Sol. Unos prismáticos o un telescopio permitirán disfrutarlo plenamente, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
Fuente: AFP
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