(Foto: Your Best Digs/Flickr, licenciado por Creative Commons)
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Redacción EC

En contra de lo que se puede pensar, las esponjas de cocina son un perfecto caldo de cultivo para bacterias perjudiciales para la salud. Científicos en Alemania secuenciaron el ADN de microorganismos hallados en 14 de estas esponjas y hallaron bacterias como la 'Moraxella osloensis', que puede causar infecciones en personas con un sistema inmunológico débil.

Esta misma bacteria es responsable del mal olor en la ropa sucia, y podría explicar el aroma nada agradable de las esponjas de cocina usadas una y otra vez.

"Nuestro trabajo demuestra que las esponjas de cocina albergan una diversidad de bacterias mucho mayor de lo que se pensaba", concluyeron Massimiliano Cardinale, del Instituto de Microbiología Aplicada de la Universidad Justus Liebeg en Giessen y colegas de otros centros en Alemania.

Y un serio problema identificado por los investigadores es que lavar las esponjas con agua y jabón aumenta la concentración de algunas bacterias.

-Resistentes-
Cuando los investigadores observaron las esponjas con microscopios descubrieron que un centímetro cúbico de esta herramienta de limpieza puede albergar una densidad de bacterias similar a la que se encuentra en las heces.

Pero hervir las esponjas o ponerlas en el microondas no las desinfecta, de acuerdo con el estudio. Además, aquellas que son lavadas regularmente tienen un porcentaje mayor de bacterias perjudiciales que las que jamás habían sido limpiadas.

-¿Cómo es posible?-
Una posible explicación es que las bacterias más perjudiciales son también más resistentes, y rápidamente recolonizan las áreas abandonadas por otros microbios más susceptibles a los detergentes.

-La solución-
Algunos expertos recomiendan lavar las esponjas con una solución de lejía. Philip Tierno, profesor del departamento de Microbiología y Patología del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y autor del libro "La vida secreta de los gérmenes", advierte que si no limpiamos adecuadamente las esponjas simplemente cubrimos los platos al lavarlos con una capa de gérmenes.

La mejor opción -según Tierno- es preparar una solución mezclando 9 partes de agua y una de lejía. Siempre usando guantes, se debe vertir la mezcla sobre la esponja y dejarla en esta solución entre 10 y 30 segundos.

Tierno sugiere guardar un recipiente con la mezcla y tenerlo a mano para limpiar la esponja luego de casa uso.

Tras sumergirla durante el tiempo adecuado en la mezcla, simplemente se debe apretar la esponja para escurrir el líquido y dejarla secar.

-Cada semana-

Si lavar la esponja en lejía luego de cada uso te parece algo engorroso, los investigadores de Alemania tienen otra solución mucho más simple. Los métodos más comunes para limpiar esponjas, como lavarlas con detergente, "no parecen ser suficientes para reducir la carga de bacterias", señala el estudio.

"Por ello recomendamos reemplazarlas con frecuencia, por ejemplo, cada semana", se lee en la investigación. Y no olvides que -de acuerdo a Tierno- "una esponja que huele mal es una esponja llena de gérmenes".

El estudio de los investigadores alemanes fue publicado en la revista científica online Scientific Reports.

Fuente: BBC

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