Mucha gente piensa que la mejor forma de progresar es matarse entrenando. Los expertos advierten que esto puede resultar contraproducente. (Foto: iShock)
Mucha gente piensa que la mejor forma de progresar es matarse entrenando. Los expertos advierten que esto puede resultar contraproducente. (Foto: iShock)
Redacción EC

¿Más horas de entrenamiento significa resultados más rápidos o más visibles? A veces, la ansiedad nos lleva a permanecer en el gimnasio más tiempo que el promedio de permanencia del resto de las personas. Sin embargo, los preparadores físicos suelen poner un límite a cada rutina de ejercicios. 

No importa la cantidad de horas sino la calidad del entrenamiento. Si el ejercicio se realiza a conciencia, no se puede entrenar más de una hora. Un entrenamiento bien hecho no lleva más de 40 a 60 minutos. Todo lo demás no sirve”, responde tajantemente Jorge Aldo Giménez, entrenador de Ocampo Club de Entrenamiento, en Buenos Aires.

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Según el preparador físico, no hay que sumar minutos, sino calidad en los ejercicios que se realizan; a lo sumo se puede entrenar dos veces por día, separando la parte aeróbica de la muscular.

Lo mejor es siempre entrenar primero la parte muscular y después, la aeróbica”, afirma. Pero este ejercicio aeróbico añadido después de una sesión de musculación no debe ser intenso. “Todo depende de cómo está acondicionado el cuerpo de cada uno, pero una media sería repartir el tiempo entre unos 30 o 40 minutos de musculación, y los 20 o 30 restantes en ejercicio aeróbico”, indica.

Giménez prioriza la calidad sobre la cantidad del entrenamiento. Pero ¿qué se entiende por calidad en el entrenamiento? “Significa estar concentrado: hay que olvidarse de todo, guardar el celular y dejar para más tarde los problemas de la casa, de la familia, y pensar en lo que se va a entrenar. Hay que visualizar cada ejercicio, no solo repetir las series. Se debe pensar el movimiento para ejecutarlo bien. Tener la misma velocidad para subir que para bajar”, explica el profesor.

Siguiendo esta recomendación, el que entrena bien, “entre 40 y 60 minutos, queda muy cansado. El cuerpo queda agotado y seguir entrenando más tiempo puede ser causa de lesión”, advierte. O de una fatiga extrema si el exceso es frecuente.

“Hacer ejercicio más tiempo no suma ganancias. Después de un entrenamiento bien hecho, lo que queda como posibilidad es agregar un aeróbico y nada más”, repite Giménez.

El profesor cree que buena parte de las confusiones en esta materia se deben a que mucha gente confunde –por lo leído o visto en las redes- el entrenamiento de una persona normal con el de un deportista profesional o un atleta. “En el caso de un atleta, conviene separar los ejercicios de musculación del aeróbico o de los ejercicios de preparación para una actividad específica como puede ser el fútbol o el tenis. Todo tiene que ver con los objetivos que uno quiera lograr. Si una persona quiere tener el físico de un atleta, entrena a la mañana y agrega un ejercicio aeróbico en la tarde. Si viene una persona de ochenta kilos y quiere pesar noventa, con masa muscular (no con grasa, desde luego), entonces tiene que ir a un nutricionista para cambiar la forma de comer, y entrenar para subir de peso muscularmente”, recalca.

Giménez advierte que no son buenos los extremos y que pasarse con el entrenamiento más allá de lo debido tiene sus consecuencias. “Lo que puede pasar si una persona sobreentrena es que, en vez de progresar, el cuerpo consume la proteína, o sea, el músculo”, avisa. Y no hay que olvidar que el buen descanso en los deportistas, y en sus dosis necesarias, es algo absolutamente esencial para progresar y sentirse bien.

Siempre progresivo 

En el deporte es clave ir de menos a más, y aunque cada persona es diferente, y puede haber excepciones, la regla general dice que un principiante debe comenzar con sesiones de entrenamiento de 45 minutos, tres veces a la semana. Alguien que ya tenga un tiempo entrenando debe apostar por sesiones de una hora 4 días a la semana. Y ya de ahí en adelante empezamos a hablar de ‘avanzados’ o ‘expertos’, gente que puede llegar a entrenar entre 60 y 90 minutos, 5 días a la semana. En todos los casos, el descanso, o recuperación, es esencial.

Fuente: Malú Pandolfo - La Nación/ GDA. 

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