(Foto: Ryan Ridenbaugh y Miles Zhang)
(Foto: Ryan Ridenbaugh y Miles Zhang)
Redacción EC

No hace falta recurrir a una película de terror para saltar del susto, la ciencia puede tener el mismo efecto. Y es que en el mundo real existen macabros fenómenos y espeluznantes criaturas que han sido el centro de varias investigaciones. Hagamos un recuento de estas historias en el marco de .

—Con el mal adentro—

Hace dos años un grupo de científicos hizo un extraño descubrimiento: varios ejemplares de la avispa ‘Bassettia pallida’ fueron encontrados muertos con su cabeza perforada –como si algo hubiera salido de allí– y taponeada en el orificio de un árbol.

El culpable –dado a conocer a inicios de este año en la revista “Proceedings of the Royal Society B”– fue nada menos que otra especie de avispa, bautizada como ‘Euderus set’. Según la investigación, este insecto deposita sus huevos en las partes huecas de los árboles de roble donde la ‘Bassettia pallida’ se desarrolla. Al eclosionar, las larvas invaden el cuerpo de esta otra avispa, y lo manipulan para que perfore un hueco diminuto por el cual no podrá salir.

Una vez atorado el huésped, la ‘Euderus set’ lo mutila internamente hasta que finalmente crece, emerge por la cabeza de su víctima y escapa del árbol.

—Cazadores de ‘no muertos’—

En el 2009, seis supuestos vampiros fueron hallados en el cementerio de Drawsko, en el oeste de Polonia. Los cuerpos habían sido enterrados con una hoz sobre el cuello o una roca en la boca, prácticas antiguas que –supuestamente– evitaban que se levantaran de sus tumbas.

(Foto: Amy Scott)
(Foto: Amy Scott)

No obstante, los expertos detrás de esta investigación –publicada en la revista “Plos One”– indicaron que pudo tratarse realmente de víctimas de enfermedades infecciosas como el cólera y la peste.

“La gente del período posmedieval no entendía cómo se diseminaban las enfermedades, y más que una explicación científica para estas epidemias, el cólera y las muertes resultantes se explicaban por lo sobrenatural, en este caso, los vampiros”, dijo la antropóloga Lesley Gregoricka, de la Universidad de Alabama del Sur (EE.UU.).

—Terror desde el cielo—

Transilvania (Rumanía) fue realmente el hogar de un monstruo, y no era el vampiro. Hace unos 70 millones de años, un enorme dinosaurio volador dominaba los cielos de dicha zona, alimentándose de animales del tamaño de un caballo pequeño. Su ferocidad podría compararse a la del famoso tiranosaurio rex.

(Foto: Mark Witton)
(Foto: Mark Witton)

Llamado ‘Hatzegopteryx’, tenía –según la revista “PeerJ”– una envergadura de 10 metros y un peso de 220 kilogramos.

“Su esqueleto grande y reforzado, así como su poder muscular, lo habrían convertido en un depredador formidable de otros animales mientras acechaba antiguas praderas y bosques”, señaló Mark Witton, uno de los especialistas detrás de esta investigación.

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