(Foto: AFP)
(Foto: AFP)
Agencia AFP

Aún no ha hecho su primera entrega y ya la startup francesa Euveka despierta un enorme entusiasmo en el mercado estadounidense, que ve con buenos ojos su conectado y flexible que pretende destronar al tradicional busto en los talleres de los diseñadores de moda.

Fundadora y presidenta de Euveka, Audrey-Laure Bergenthal es una mujer de agallas. Acaba de presentar en Nueva York su propuesta de maniquí, muy cómoda en modo "pitch" en inglés, y tras ser recompensada con un largo aplauso, se ve eufórica.

"Aquí puedo decirlo, en es más difícil, pero yo soy hiper ambiciosa", confiesa esta treintañera de cabello largo. "Quiero que nuestra empresa sea internacional".

Las primeras entregas de su maniquí conectado, ajustable de acuerdo a las medidas introducidas por computadora, no están previstas hasta marzo de 2018, pero ella ya ve mucho más lejos.

"La solución se lanzó en marzo e inmediatamente, sin haber estado en Estados Unidos, fuimos identificados por marcas estadounidenses en el segmento de moda de alta gama, antes que prêt-à-porter", cuenta.

En un momento en que la moda rompe cada vez más abiertamente con la dictadura de la delgadez, su maniquí puede usarse con prendas que van desde la talla 34 hasta la 48.

Ganar tiempo y espacio, ahorrar material y personalizar un modelo son algunas de las promesas de los maniquíes Euveka.

La startup fue seleccionada por el programa francés-estadounidense Creative Lab, diseñado para introducir a empresas emergentes francesas en el mercado estadounidense. A principios de noviembre, participó en talleres en Nueva York y Los Ángeles, donde conoció a profesionales de su sector.

Para su tercera edición, The Lab, un programa de cooperación en el que participan los servicios culturales de la Embajada de Francia y Business France, optó por "pasar a startups más maduras y más aptas para desarrollarse internacionalmente", cuenta Matthieu Fournet, agregado cultural de la embajada en Nueva York.

En busca de fondos

Después de este viaje, Audrey-Laure Bergenthal no descarta apuntar a los inversores estadounidenses, "si en Francia no encuentro los medios para desarrollarla rápidamente".

La empresa emergente ha recaudado hasta ahora "de 4 a 5 millones de euros" en Francia de unos "sesenta accionistas", dice la directora de esta compañía con sede en Valence (sur de Francia).

Euveka también espera crecer para distanciarse de potenciales competidores.

Por el momento, Audrey-Laure Bergenthal ve solo uno, chino, cuyo producto finalmente fue descartado porque "no correspondía al uso comercial".

Esta parisina, "enamorada del departamento francés de Drôme", prefiere sin embargo esperar a tener una representación en Estados Unidos, de aquí "a un año, un año y medio", para embarcarse en el mercado más grande del mundo.

Mientras tanto, Euveka tiene previsto entregar 10 "smart dummies" (maniquíes inteligentes, en inglés) en marzo con un promedio de 96.500 euros cada uno, unos 115.200 dólares. A lo largo de 2018 planea 85 entregas enteramente fabricadas en Francia y ya disponibles para clientes franceses y europeos.

"Trabajaremos con las casas más grandes, los grupos de lujo franceses más grandes y también de prêt-à-porter", dice.

Euveka también ofrecerá un sistema de alquiler para sus maniquíes pagando entre 3.000 y 3.500 euros por mes (entre 3.500 y 4.200 dólares).

Para Bergenthal, es la concreción de un viejo sueño, que la llevó a cambiar el rumbo en 2006 cuando se disponía a comenzar un tercer ciclo en la carrera de derecho en Harvard.

Su idea se inspiró en su madre, que no podía encontrar ropa de su talla, y la llevó a hacer una carrera de formación profesional de estilismo-modelismo, y tras pasar varios años en el sector pudo lanzarse por su cuenta.

Y no tiene ninguna intención de quedarse solo en el terreno de la moda.

"Poco a poco, vamos a dotar a los robots de sensores para medir la presión, la temperatura, los golpes" de la ropa, afirma. "Realmente podemos ser una herramienta para la realización de ropa extremadamente compleja para el ejército o los astronautas".

"Mi sueño", agrega, "es trabajar para la industria aeroespacial".

Fuente: AFP

Síguenos en Twitter...

Contenido sugerido

Contenido GEC