El misterio que se esconde bajo el Parque de las Leyendas
El misterio que se esconde bajo el Parque de las Leyendas
Diego Suárez Bosleman

Al igual que en gran parte del territorio peruano, el Parque de las Leyendas ha sido construido sobre un terreno que guarda la historia de las primeras civilizaciones que dominaron el país.

Anteriormente, arqueólogos del mismo zoológico habían descubierto allí una serie de edificios prehispánicos, así como restos de representaciones artísticas e incluso momias. Sin embargo, entre el 2012 y el 2013 la arqueóloga Karina Venegas Gutiérrez hizo un enigmático hallazgo: 134 restos humanos y 138 esqueletos de perros.

—Los ychsmas—

Los primeros análisis han determinado que los cuerpos humanos encontrados pertenecen a la cultura Ychsma (1000-1532 d.C.), una civilización que se asentó en el valle de Lurín y el del Rímac.

También se ha descubierto que el edificio donde se realizó el hallazgo, ubicado en la huaca 33 del parque, perteneció originalmente a la cultura Lima (300-800 d.C.), pero fue reutilizado cientos de años después por los ychsmas para enterrar tanto a perros como a humanos. Sin embargo, ¿por qué se mezclaron en un mismo lugar animales y personas?

 —El enigma—

El enterrar perros no era una costumbre inusual en los antiguos peruanos. En el norte chico hay evidencias de cementerios de perros y el Señor de Sipán, antiguo gobernante mochica, fue enterrado junto a un can. En el caso Ychma, los expertos opinan que los cánidos fueron parte de un ritual.

“Los cuerpos de los canes están completos, y los últimos análisis muestran que habrían sido asfixiados, ya que las primeras vértebras tienen algunas fracturas. Probablemente estén respondiendo a algún tipo de sacrificio”, señaló a El Comercio la experta. ¿Pero qué tipo de sacrificio era?

Para la especialista, la respuesta estaría en un conflicto social que habría desencadenado la muerte de varios pobladores ychsmas.

“Se pudo identificar que la mayor parte de las personas tenía entre 20 y 40 años, que es una edad poco usual de muerte, ya que es el momento en que las personas están en su plenitud. También se identificó que muchas de ellas tenían huellas perimortem –lesiones ocurridas poco antes de la muerte– en las costillas y en el cráneo”, explica.

(Foto: Miguel Bellido)

La mayor cantidad de huellas perimortem se detectaron en las costillas. (Foto: Miguel Bellido)

Ante esta gran cantidad de fallecidos, los ychsmas, habrían decidido sacrificar una gran cantidad de perros, y es que en la antigüedad existía la creencia de que estos animales acompañaban a los difuntos a la otra vida.  No obstante, se trata todavía de una hipótesis.

Ahora, los arqueólogos del parque se encuentran trabajando en la huaca el Rosal, la cual también perteneció a la cultura Lima y fue reutilizada por los ychsmas.

Los perros peruanos

Según la zooarqueóloga Luz Segura, encargada de analizar los restos de perros encontrados en la huaca 33, se han identificado tres morfotipos de canes.

El primero medía entre 40 a 50 centímetros de largo, hasta sus hombros. Tenía el pelaje corto cubierto con un manto negro, como el de un pastor alemán

El segundo tenía patas cortas. “Era como un bulldog pero un poco más grande y menos robusto”, recalcó la experta. Y el tercer morfotipo identificado era más pequeño, de un tamaño similar al de Shih Tzu.

Segura explica a este Diario que todavía no se puede hablar de razas autóctonas, pero afirma que algunas características de estos antiguos perros peruanos se mantienen hasta la fecha en algunos canes.

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