Octógonos de advertencia en los alimentos procesados.
Octógonos de advertencia en los alimentos procesados.
Elmer Huerta

El sábado pasado fue un día de derrota y victoria para el Perú. La derrota se produjo en el ámbito deportivo, cuando la selección peruana de fútbol . La victoria, en el ámbito de la salud pública, se obtuvo con la publicación del Manual de Advertencias Publicitarias en el marco de lo establecido en la Ley 30021 (Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes) y su reglamento aprobado por Decreto Supremo 017-2017-SA. La firma del manual –con siete meses de retraso– completa el proceso para que la ley entre en vigencia inmediatamente, pero constituye un clásico ejemplo de la eterna lucha de intereses en la salud pública, pugna que –en este caso– enfrenta a los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Recordemos que la ley de alimentación saludable, además de crear un sistema de monitoreo de obesidad en niños, dispone que haya actividad física y educación nutricional en las escuelas. Asimismo, prohíbe que se vendan alimentos no saludables en los quioscos escolares, que se norme la publicidad engañosa de alimentos procesados y que se use un sistema de etiquetado de advertencia en los alimentos procesados. Ninguno de estos despertó tanta controversia como el último.

El problema y enfrentamiento comenzó en junio del 2016, cuando Chile aprobó el sistema más claro de etiquetado de alimentos procesados del mundo: el uso de símbolos octogonales –como el símbolo de pare de las calles–, el cual advierte de los alimentos procesados cuyo contenido de sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans excede los parámetros establecidos por la ciencia.

(Fuente: El Comercio)
(Fuente: El Comercio)
(Fuente: El Comercio)
(Fuente: El Comercio)

—El conflicto—

Recordemos que la Ley de Promoción para la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes (30021) fue aprobada por mayoría en el Congreso de la República y promulgada por el presidente Ollanta Humala el 16 de mayo del 2013. Debido a la presión de varios intereses, la publicación del reglamento de la ley demoró cuatro años y 30 días, y recién fue firmada por el presidente Pedro Pablo Kuczynski el 15 de junio del 2017.

Ese reglamento ordenaba al Ministerio de Salud (Minsa) que elabore un Manual de Advertencias Publicitarias, para que decida qué sistema de rotulado de advertencias debería usarse.

El manual fue publicado el 17 de agosto del 2017. En este se dispuso que el Perú debía adoptar el mismo sistema de octógonos que se usaba con gran efectividad y aceptación popular en Chile. Antes de su adopción definitiva, el manual solicitaba comentarios del público por un período de noventa días, plazo que se venció el 15 de noviembre del 2017 sin que se cumpliera su publicación.

Ese es el momento crucial para explicar el actual ‘impasse’ entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. Debido a que la claridad de esos octógonos constituía una amenaza para la salud económica de las empresas, la industria utilizó el instrumento que le ha sido siempre efectivo: la influencia política.
 
Fue entonces cuando la Comisión de Defensa del Consumidor y Organismos Reguladores de los Servicios Públicos del Congreso –dominada por Fuerza Popular– rechazó el sistema de octógonos propuesto por el Minsa y aprobó en su lugar un dictamen modificatorio, reemplazando los claros octógonos por un complicado sistema de etiquetas de colores tipo semáforo, que incluía los porcentajes de requerimientos diarios de nutrientes para un adulto que consume 2.000 calorías diarias. El problema con ese sistema –que aparentemente tenía intenciones educativas– es que iba a obligar a reescribir los parámetros del reglamento, lo cual iba a retrasar su implementación por varios años más. Mientras tanto, niños y adultos peruanos se privarían de tener un sistema claro de información al momento de la compra.

Gracias a una maniobra política de congresistas de Fuerza Popular, Apra y del oficialismo, ese dictamen fue exonerado de votación en el pleno y fue enviado directamente al escritorio del entonces presidente Kuczynski. Producida la renuncia de este, el mandatario Martín Vizcarra –apoyando al Minsa– observó el dictamen y lo envió de regreso al Congreso. En abierta oposición al Ejecutivo, e invocando el mecanismo de insistencia, el Legislativo mandó el dictamen al pleno del Congreso para la aprobación de los semáforos.

Pero con la publicación del manual el sábado pasado, el Poder Ejecutivo –el Minsa– toma entonces la delantera y dispone que se cumpla la ley, usando los octógonos como sistema de etiquetas de advertencia. Sin embargo, con la ampliación del período legislativo hasta el martes 19 de junio, ese dictamen puede aún ser nuevamente desafiado y anulado en el pleno del Congreso.

Los productos podrán tener hasta cuatro sellos de advertencia de acuerdo con su contenido y los parámetros fijados en el reglamento de la Ley de Alimentación Saludable. (Infografía: Jean Izquierdo)
Los productos podrán tener hasta cuatro sellos de advertencia de acuerdo con su contenido y los parámetros fijados en el reglamento de la Ley de Alimentación Saludable. (Infografía: Jean Izquierdo)

Recordemos que los octógonos del Minsa tienen el aval de la (OMS), 19 ex ministros de Salud, colegios profesionales (el médico y el de nutricionistas), 31 expertos internacionales en nutrición, Aspec y la Defensoría del Pueblo, entre otros. Los semáforos del Congreso solo son apoyados por un consultor español y una organización de nutricionistas que cuenta con el auspicio de la Sociedad Nacional de Industrias.

En otro ejemplo más de la lucha entre ciencia y política, la gran pregunta es: ¿Se atreverá el Congreso a contradecir una vez más al Minsa y a las organizaciones científicas que lo avalan? ¿Insistirá en
adoptar el sistema de semáforos antes del término de la presente legislatura?

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