El parásito del sushi que causa cada vez más infecciones
El parásito del sushi que causa cada vez más infecciones
Redacción EC

Amantes del sushi, esta es una advertencia. La creciente popularidad en Occidente de los platillos japoneses crudos y semicrudos está altamente relacionado con el aumento de infecciones parasitarias, según un reporte publicado la semana pasada por el "British Medical Journal Case Reports".

Los expertos trataron a un hombre de 32 años en Lisboa, Portugal, al que se le encontró una variedad de larvas de parásitos en el revestimiento de su tubo digestivo. Había estado sufriendo dolores de estómago, vómitos y fiebre durante una semana.

Un análisis de sangre mostró inflamación moderada, y el área por debajo de las costillas estaba sensible. Pero no fue hasta que el hombre dijo que había comido sushi que los médicos sospecharon que podría tener anisakiasis.

Se trata de una enfermedad parasitaria causada por nematodos anisákidos (gusanos), que pueden invadir la pared del estómago o el intestino de los seres humanos. Se produce cuando las larvas infectadas son ingeridas a través del pescado o calamar semicocido o crudo.

Los médicos realizaron una endoscopia al hombre, una inserción de un tubo largo con una cámara en el estómago. Encontraron que las larvas de un parásito estaban firmemente adheridas a una superficie de revestimiento del intestino, el cual estaba hinchado e inflamado.

Un tipo especial de red fue usada para eliminarlas "y los síntomas del paciente quedaron eliminados de inmediato", según el reporte del hospital en el centro de Lisboa (Portugal), donde era tratado el paciente.

"Es causada por el consumo de pescado o marisco crudo o poco cocido contaminado", según la publicación del "British Medical Journal Case Reports", elaborado por la doctora Joana Carmo.

Asegura que la mayoría de los casos de anisakiasis que se presentan tienen su origen en Japón, pero advirtieron: "se han encontrado cada vez más casos en los países occidentales".

El consejo para la ingesta de pescado es eliminarles las agallas, congelarlos durante al menos cuatro días, y luego cocinarlos bien antes de comer.

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