Sudán, el último rinoceronte blanco macho fue sacrificado al tener una avanzada edad y no poder siquiera, ponerse de pie. (Foto: Reuters)
Sudán, el último rinoceronte blanco macho fue sacrificado al tener una avanzada edad y no poder siquiera, ponerse de pie. (Foto: Reuters)
Redacción EC

Sudán, el último , fue sacrificado por su avanzada edad, aunque su hija y nieta aún son los últimos sobrevivientes de una subespecie que hace 40 años, llegó a contar con solo 500 ejemplares. Ahora el destino de estos está en manos de la ciencia.

, Estados Unidos, apuesta por producir células madre a partir de las células congeladas de Sudan, para poder aumentar la población de esta especie, sostuvo director de Investigación del Zoo de San Diego, a EFE.

Este era Sudán: (Video elaborado por la BBC:)

Este banco genético en el que se conserva el ADN de más de 120 especies, entre las que se encuentra la del rinoceronte blanco del norte, podría dar una esperanza para volver a tener ejemplares de esta subespecie. Para ello se necesita recuperar material genético de los tejidos que tienen almacenados.

También se tiene previsto obtener células primordiales como ovocitos y espermatozoides. Con ese material, se buscará una hembra subrogada para efectuarla la fecundación in vitro. Después, el embrión se implantará en una hembra fértil de rinoceronte blanco del sur, una subespecie, que al día de hoy, cuenta con más especies.

"Tenemos la responsabilidad de salvar estas especies que, por culpa de la acción humana, están al borde de la extinción. Pero a diferencia del pasado, ahora podemos plantearnos un rescate genético para devolver a la vida las especies que hemos perdido", dice Ryder.

El Instituto de Investigación para la Conservación de San Diego, liderado por Ryder, cuenta con el código genético de 12 rinocerontes blancos del norte, entre los cuales está el de Sudán. "Lo que planeamos es tomar las células, estimular su actividad y reiniciarlas para rescatar la especie. Esperamos que sea una variabilidad genética suficiente para crear una nueva población, pero tan solo lo sabremos en dos o tres generaciones", agrega el investigador.

Según Ryder, estas células son "la esperanza del futuro para las especies, porque, si no, estarán definitivamente extinguidas", ya que asegura que "no hay suficiente diversidad genética para expandir la población a partir de dos hembras", que son la hija y la nieta de Sudan, los dos únicos ejemplares de rinocerontes blancos del norte que todavía sobreviven.

A pesar de ello, lamenta mucho la muerte de Sudán. "Hace cuatro años, había dos rinocerontes blancos del norte vivos en San Diego, en Estados Unidos, pero los dos murieron y ahora solo hay dos en el mundo: la hija y la nieta de Sudan", mencionó.

El Zoo cuenta con 10.000 cultivos de células de 120 especies, entre las cuales está el genoma de animales en peligro de extinción y de especies en estado de conservación. En tal sentido, Ryder añade que es necesario actuar con prevención porque no sabemos cómo será la situación de otras especies.

Con información de EFE

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