Ponerlos en práctica no será nada complicado. (Foto: Pixabay/CC0)
Ponerlos en práctica no será nada complicado. (Foto: Pixabay/CC0)
Redacción EC

El ritmo de vida actual genera estrés en muchos de nosotros; sin embargo, no siempre le prestamos a esta situación la atención adecuada. A la larga, los altos niveles de tensión podrían desencadenar problemas en nuestra salud física y mental.

Y si bien tomar un descanso o escaparnos un fin de semana de la ciudad ayuda a reducir nuestro nivel de estrés, no es suficiente. Lo ideal es aprender a controlar la tensión del día a día.


Para ello existen pautas que nos pueden ayudar, por ejemplo, los siguientes cuatro ejercicios  para controlar el estrés.

(Foto: Pixabay/CC0)
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1. Respiración

Afortunadamente, algo tan simple como respirar es suficiente para relajar y despejar nuestra mente de problemas. Pero debemos hacerlo siguiendo estas indicaciones:

- Inhalar lenta y profundamente, procurando inflar el abdomen.
- Mantener la respiración durante un par de segundos.
- Exhalar lentamente concentrados en nuestra propia respiración o pensando en relajarnos.
- Repite el ejercicio entre 5 y 10 veces.

Para iniciar, podemos practicar estos pasos cuando estemos tranquilos en casa. Poco a poco seremos capaces de ponerlos en práctica en cualquier parte y situación. Es recomendable repetir el ejercicio de 4 a 6 veces al día.

2. Ejercicios mentales

La meditación es una gran herramienta para bajar las revoluciones de nuestra mente cuando estamos muy preocupados. Y aunque dominar la técnica no es sencillo, tampoco debemos aspirar convertirnos en yoguis para obtener beneficios. Estos pequeños trucos nos ayudaran para empezar.

- Elegir una hora y lugar libre de distracciones: Necesitaremos privacidad y silencio. Lo ideal sería tener un espacio poco luminoso e iniciar dos horas después de comer.

- Posición cómoda: No es necesario lograr poses extrañas, bastará con sentarnos o echarnos y comenzar a respirar profunda y lentamente, poniendo el máximo de atención en lo que hacemos.

- Mente pasiva y relajada: Lo mejor será cerrar los ojos para evitar estímulos visuales. Dejemos que los pensamientos fluyan sin detenernos en ninguno de ellos y  concentrémonos únicamente en el aire que entra y sale de nuestros pulmones.

- Centrarnos en un elemento concreto: Escojamos una palabra o sílaba y repitámosla, mentalmente o en voz alta, una y otra vez. Da exactamente igual el contenido o significado, lo importante es la repetición.

Es recomendable intentar meditar por unos 20 minutos al día, e incluso hacerlo un par de veces: mañana y noche, por ejemplo.

3. Relajación muscular

Básico. Si nos encontramos estresados nuestros músculos estarán tensos. Por ende, si queremos relajarnos, habrá que aflojarlos un poco. Para ello, lo mejor será tendernos en el piso sobre una colchoneta y empezar  a contrae los músculos durante 20 segundos para después soltarlos.

Así, podremos ir relajando nuestra frente, ojos, nariz, cara, mandíbula, cuello, espalda y demás partes del cuerpo. La rutina debería tomarnos entre 12 y 15 minuto y sería preferible practicarla dos veces al día.

(Foto: Pixabay)
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4. Cardio

El último paso, pero no menos importante, es realizar ejercicio físico. Los ejercicios de cardio, en concreto, nos ayudarán a reducir las hormonas del estrés, como la adrenalina o el cortisol. De esta manera, provocaremos la producción de endorfinas, lo más similar a una droga para mejorar el ánimo y reducir el dolor físico de forma natural.

Practicar un poco de deporte hará que nos sintamos mejor, ayudándonos a afrontar los retos del día a día más exitosamente. Además, hacer ejercicio es una excelente manera de olvidar los problemas.

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