La semilla que se hace pasar por excremento para poder germinar

Para la Ceratocaryum argenteum reproducirse no es tarea fácil.

Esta planta sudafricana necesita enterrar sus semillas para poder germinar.

Y según descubrió recientemente un equipo de investigadores sudafricanos, lo logra utilizando un mecanismo único y singular.

La planta produce unas semillas que son muy parecidas al excremento de los antílopes.

Confundidos por su aspecto, pero sobre todo por su aroma (que es similar porque el excremento y las semillas comparten una serie de sustancias químicas) los escarabajos peloteros las entierran en el suelo, para comerlas después o depositar en ella sus huevos.

Cuando se dan cuenta del engaño, dejan a la semilla enterrada y continúan con su rutina.

"Este engaño es muy poco usual", le dice a BBC Mundo Jeremy Midgley, investigador de la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y autor principal del estudio.

"Lo que generalmente ocurre es que un ave, por ejemplo, come una fruta pulposa y al defecar dispersa sus semillas. Pero en este caso el escarabajo no obtiene ningún beneficio", añade.

Trampa apestosa

El olor a excremento de la semilla es tan fuerte, dice Midgley, que después de casi nueve meses, las semillas que tiene en su oficina siguen apestando.

"Esto es muy extraño, ya que por lo general no huelen. Si tuviesen olor, sería más fácil para los mamíferos encontrarlas", y por ende comerlas o destruirlas, explica el investigador.

Otras estrategias de dispersión que emplean las plantas involucran el aprovechamiento del viento, el agua, o el traslado facilitado por animales.

Pero la decepción como metodología es algo que los científicos sudafricanos observaron por primera vez.

Si no fuera por ayuda del escarabajo, la reproducción de la Ceratocaryum argenteum se vería seriamente afectada.

Como sólo germina después de que el terreno sufre un incendio, hasta que ocurre, las semillas quedan expuestas a los efectos dañinos del sol y el ambiente, entre otros factores.

Trabajo extra

Pero después de equivocarse una y otra vez, ¿no deberían los escarabajos peloteros haber evolucionado como para notar las diferencias y no caer en la trampa?

Según explica Midgley, el hecho es que esta tarea no recompensada no es muy costosa para el insecto.

"La planta sólo da semillas unas pocas semanas al año. Los escarabajos no tienen que lidiar con ellas todo el año, por eso no llegan a tener una influencia negativa sobre ellos".

Puede que sus hábitos alimenticios nos parezcan un tanto repelentes, pero su generosidad no se puede pasar por alto.