(Foto: Alessandro Zangrilli/Dominio Público)
(Foto: Alessandro Zangrilli/Dominio Público)
BBC News Mundo

Estás en las oficinas de una empresa multinacional que queda en el último piso de una torre en el centro de la ciudad. Entras a la sala de juntas donde, alrededor de una mesa, se encuentra el director ejecutivo rodeado de otros empresarios listos para entrevistarte para un importante empleo que has solicitado.

De pronto, te das cuenta de que se te olvidó vestirte, estás completamente al desnudo.

La obra de Salvador Dalí podría ser lo más cercano a la descripción del mundo de los sueños. En la imagen, "La persistencia de la memoria", uno de los más famosos cuadros del pintor catalán.  (Foto: Reuters)
La obra de Salvador Dalí podría ser lo más cercano a la descripción del mundo de los sueños. En la imagen, "La persistencia de la memoria", uno de los más famosos cuadros del pintor catalán. (Foto: Reuters)

¡Tranquilo!, es un . Si hay algo que los humanos tenemos en común son esas experiencias oníricas que, si las recordamos, nos pasamos nuestros ratos conscientes tratando de entender.
Pero, ¿por qué es que soñamos? y, como podría suceder con el escenario descrito arriba, ¿por qué se repiten los sueños?

Esa fue la pregunta que postuló Mila O´Dea, una niña de 9 años que vive en Gamboa, Panamá, una zona selvática cerca del canal, a nuestros científicos de casos curiosos, Adam Rutherford y Hannah Fry.

Realmente es un mundo fascinante.

Muchos de nosotros compartimos varios de los mismos temas en los sueños. Como el que se nos caigan los dientes o presentarse a un examen final de universidad y darse cuenta de que nunca hemos asistido a clase. O estar desnudo en un sitio público.

Estos sueños pueden reflejar preocupaciones o temores pero otros pueden resultar divertidos, como el poder volar.

Y están los que son definitivamente extraños, que tal vez nos llaman más la atención por su surrealismo.

¿Será por eso que el famoso artista surrealista español Salvador Dalí solía comer erizos de mar cubiertos en chocolate antes de acostarse para ver si podía estimular los sueños vívidos que inspiraban su obra?

Esa anécdota podrá ser verdad o leyenda pero, conociendo sus cuadros, parece que algo había.

Los sueños suelen parecerse a la realidad, aunque con situaciones que muchas veces se ajustan muy poco a esta. (Foto: Reuters)
Los sueños suelen parecerse a la realidad, aunque con situaciones que muchas veces se ajustan muy poco a esta. (Foto: Reuters)

Temas y situaciones

Más allá de esas especulaciones, varios científicos en diferentes partes del mundo han estado tratando de penetrar ese mundo imaginario de los sueños para buscar sus causas y su función.

Como Bill Domhoff, uno de los verdaderos pioneros de la investigación de los sueños.

Él se ha dedicado a recopilar más de 20.000 reportes de sueños de personas por todo el mundo en un "Banco de Sueños" que tienen online para estudiar qué patrones existen y formular teorías.

"Los sueños dramatizan nuestras preocupaciones y frecuentemente toman el peor de los escenarios. Vamos a reprobar el examen o vamos a olvidarnos de nuestro diálogo en una obra de teatro", dice Domhoff.

"Los sueños no solo abarcan nuestros deseos sino nuestras preocupaciones, nuestros temores y nuestros intereses. Si yo tuviera 100 de tus sueños recopilados a lo largo de varias semanas o meses, se darían varias consistencias y temas".

Aunque hay temas que son particulares de cada persona, hay unos que nos conciernen a todos, como el de los hombres desconocidos. Los desconocidos son peligrosos en nuestros sueños para hombres y mujeres, dice el investigador. Algunas veces la gente se siente amenazada y soñará ser perseguida.

Este tipo de sueños le suceden a una amplia gama de personas pero constituyen menos de 1% de todos los sueños que tenemos, aunque son los que tendemos a recordar.

Pero, ¿qué es lo que sucede dentro de nuestros cerebros cuando soñamos?

Sueño MOR

Esa respuesta la empezó a contestar una fría noche de diciembre de 1951 el fisiólogo Eugene Aserisnky, de la Universidad de Chicago.
Aserinsky conectó a su hijo de 8 años a un electroencefalógrafo para analizar las ondas cerebrales producidas durante el sueño del menor.
No observó mucha actividad al comienzo hasta que, de pronto, las agujas del aparato empezaron a moverse agitadamente.

(Foto: Wikimedia/megaaan/Creative Commons)
(Foto: Wikimedia/megaaan/Creative Commons)

El científico supuso que su hijo había despertado pero, cuando entró a su habitación, se sorprendió de verlo todavía dormido. El monitor reveló que los ojos del niño y su cerebro estaban muy activos.

Aserinsky llamó el fenómeno sueño de "Movimiento Ocular Rápido" o MOR, también conocido por sus siglas en inglés REM.

Los ciclos de MOR ocurren más o menos cada 90 minutos y pueden durar hasta media hora. En adultos constituyen una cuarta parte del sueño.

Se ha notado que cuando la gente despierta después de pasar por una fase de MOR generalmente reportan haber soñado.
Sin embargo, ahora sabemos que los sueños pueden ocurrir durante otras fases del sueño, cuando nuestro cerebro está mucho menos activo.

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