Las temperaturas del planeta serán muy altas en el 2015 y 2016
Las temperaturas del planeta serán muy altas en el 2015 y 2016

LONDRES. El calentamiento global, combinado con fenómenos naturales como El Niño, tendrá como consecuencia temperaturas muy elevadas en el 2015 y 2016, según un informe publicado por el servicio meteorológico británico (Met Office).

"Es muy probable que el 2014, 2015 y 2016 estén entre los años más calurosos jamás registrados" en el planeta, según Rowan Sutton, profesor en el Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas.

Sutton, que participa en el estudio del Met Office, cree probable que el calentamiento global se vuelva a acelerar tras una década de estabilidad relativa.

Esta "pausa" en el aumento de las temperaturas ha servido de argumento a los llamados 'clima-escépticos', que critican los modelos científicos para explicar el cambio climático e incluso niegan que el hombre sea el responsable.

Sin embargo, en su último informe, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que esta "pausa" no es tal y que se trata en realidad de una cuestión estadística.

Según el grupo, los resultados quedaron sesgados porque 1998 fue un año especialmente caluroso por la intensidad de El Niño, un fenómeno relacionado con el calentamiento del Pacífico, lo que tuvo como consecuencia que los años siguientes parecieron más frescos.

El estudio publicado este lunes por el Met Office estudia en detalle el fenómeno El Niño, que volvió a detectarse en marzo y podría ser "uno de los más intensos" de la historia.

Según los científicos británicos, este fenómeno contribuye al calentamiento global pero también tiene repercusiones a nivel local, con condiciones más secas en algunos países asiáticos y en Australia.

Por otra parte auguran que este otoño y este invierno boreales las precipitaciones serán más abundantes en California, que vive una intensa sequía desde hace cuatro años.

El Met Office también prevé que el enfriamiento que se observa actualmente en el océano Atlántico podría provocar veranos menos calurosos y más secos en el norte de Europa. Este efecto se verá sin embargo contrarrestado por la tendencia general al calentamiento global, subraya el informe.

En agosto, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos indicó que los siete primeros meses del 2015 fueron los más cálidos jamás registrados, y que el 2014 ya había sido el más caluroso de los últimos 135 años.

Fuente: AFP

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