(Foto: Bandai Namco)
(Foto: Bandai Namco)
Julio Melgarejo Bardales

Alguna vez, durante mi infancia, soñé en ser como Gokú, un personaje de una serie animada. Hoy, tantos años después, aquel deseo lo he cumplido gracias a un videojuego: , el último título de la popular franquicia.

Lanzado para PlayStation 4, Xbox One y PC el pasado 17 de enero de la mano de Bandai Namco y CyberConnect 2, Dragon Ball Z: Kakarot es un videojuego del género rol / acción que recrea todas las aventuras de Gokú en la saga Z, alejándose de otros juegos como Dragon Ball FighterZ, que se enfoca más en el combate.

En otras palabras, en Dragon Ball Z: Kakarot reviviremos todos aquellos momentos icónicos que marcaron a una generación. Desde el sacrificio de Píkoro frente a Raditz, la muerte de Krillin, el Kame Hame Ha padre e hijo de Gohan y Gokú, hasta la batalla por el universo frente a Majin Buu.

Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Desde que el videojuego fue anunciado por Bandai en el 2019, millones de personas han esperado el estreno de Dragon Ball Z: Kakarot. Ya sea por la nostalgia, o por las ganas de tener combates épicos con los Guerreros Z. En ese sentido, y luego de más de 30 horas de juego, te presentamos nuestro review. Te adelantamos que fue una experiencia más que positiva, pero también con ciertos puntos en contra.

Aquí el gameplay que realizamos con las primeras impresiones libre de spoilers:

Dragon Ball Z: Kakarot y la clásica historia de la serie

Empecemos por lo principal: la historia de Dragon Ball Z: Kakarot. En esta, como ya te mencionamos, empezamos en la saga de los Saiyajins, con la llegada de Raditz, Nappa y Vegeta. Luego el capítulo en el planeta Namek y así sucesivamente. Tal cual ocurre en el anime.

No obstante, CyberConnect 2, el desarrollador, se enfocó más en retratar los momentos más épicos con increíbles cinemáticas, dejando de lado algunas recordadas partes. Como la fusión fallida de Trunks y Goten en la saga de Majin Buu, o cuando a Vegeta se le destruye su visor en la saga de los Saiyajins al ver el poder de Gokú.

Es cierto que el estudio responsable omitió algunos detalles o ha modificado otros (como asegurar que Píkoro no destruyó la luna cuando Gohan se transforma en Ozaru, sino que creó una ilusión). Son pequeños detalles. Fuera de ello, la historia incluye todo lo demás.

Cabe destacar que si eres una persona que no conoce de nada Dragon Ball, podrías tener unos que otros problemas. Ya que el juego no tiene el tiempo de explicarlo absolutamente todo. Afortunadamente, el título incluye una enciclopedia, en la cual podremos leer con más detalle todo lo que ocurre.

Asimismo, Dragon Ball Z: Kakarot se da un tiempo para mostrar otros detalles sobre los personajes. Es el caso de Gokú, Gohan o Vegeta, personajes con quienes podremos recorrer el amplio mapa, desarrollar misiones secundarias o hasta comer banquetes.

Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Así como hay partes omitidas, hay otras que se exploran más. Como las peleas entre Gokú y Gohan en la habitación del tiempo, el primer entrenamiento de Gohan en manos de Píkoro o vemos cómo es la relación entre Gokú y Milk, gracias a unas misiones específicas. De esta forma, conseguimos conectar más con los personajes.

Gokú y Gohan en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Gokú y Gohan en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Los combates de siempre, la emoción por los cielos

Una de las características principales de los juegos de Dragon Ball es su sistema de combate y el que posee Dragon Ball Z: Kakarot no defrauda, aunque no es el mejor. No hay profundidad en los combos, como sí hemos visto en Dragon Ball FighterZ, por ejemplo; basta presionar varias veces un botón para dar una seguidilla de golpes o de usar L2 + cuadrado para lanzar la Genki Dama. A pesar de esto, el videojuego no deja de ser divertido.

Mira la pelea de Gokú y Vegeta para comprobar el estilo de lucha del Dragon Ball Z: Kakarot:

A la larga, luego de las 30 horas de juego, uno comienza por sentir las luchas repetitivas, al menos las secundarias o las aleatorias. Ya que las batallas con los enemigos principales cuentan con algún poder diferencial que modifica hasta la pantalla de juego, lo que dota de un frenesí visual y jugable. Por ejemplo, en el duelo contra Vegeta, Gokú y este pueden chocar sus Kame Hame Ha y Galick ho, finalmente gana el que presiona más rápido.

Gokú defendiendo a Gohan en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Gokú defendiendo a Gohan en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Sumado a esto, la calidad gráfica de los ataques es más que destacable, da gusto lanzar un Makankosappo con Píkoro; teletransportarnos para esquivar un ataque o poder, o destruir parte del entorno. Los combates tienen un formato cenital en 3D, similar a lo visto en el clásico Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3.

Pero el juego no es perfecto en este apartado. En determinadas secuencias, el nivel de los modelados o efectos no están al nivel de los combates principales. Por ejemplo, el diseño de las montañas o de la tierra, en general. A su vez, esperaba más de la destrucción del escenario. Lanzar un Big Bag Attack y destruir un bloque de piedra que, segundos después, ya volvió a la normalidad, descuadra.

Aquí la impresionante pelea entre Gokú y Freezer:

En la versión de PS4 estándar, en la que se probó y pasó el Dragon Ball Z: Kakarot, durante las peleas no hay problemas de rendimiento significativos, pero de vez en cuando, usualmente al inicio de las luchas, hay un bajón de fotogramas por segundos, después vuelve a la normalidad. Por otra parte, las pantallas de carga son constantes y tardan un poco.

Dragon Ball Z: Kakarot y su apartado rolero

Entre tanto, el combate se ve enriquecido por dos elementos: un árbol de habilidades extenso que evolucionará en la medida en que nosotros consigamos orbes repartidos por todo el mundo del juego y medallas D (objetos ocultos en el mapa) y el llamado Tablero de comunidad, una serie de paneles en los que debemos colocar los cromos o medallas de distintos personajes.

Acerca del árbol, este irá creciendo en función de que nosotros compremos las mejoras con monedas D y con orbes (los cuales están repartidos por todo el mundo y en diferentes colores). Estos últimos se pueden conseguir en las misiones principales y secundarias, pero también si exploramos y volamos por todo el mapa.

Así es el árbol de habilidades de Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Así es el árbol de habilidades de Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

El tablero no es tan sencillo como parece, al contrario, invita al jugador a pensar en qué orden se deben colocar cada cromo, pues dependiendo de este orden obtendremos mejores bonificaciones. Por dar un caso, si conseguimos juntar a Gokú, Vegeta, Píkoro y Ten Shin Han, alcanzaremos un mejor extra que si ponemos las insignias al azar. Este sistema es interesante y divertido, ya que pasaremos varios minutos encontrando la mejor posición para los diferentes tableros o dándole regalos a los personajes de los cromos para incrementar sus estadísticas.

Dragon Ball Z: Kakarot y un mundo por conocer

Para los que crecimos con Dragon Ball Z, recorrer el mapa del videojuego era una idea lejana. Aunque con Kakarot se hizo real, tangible y más que satisfactorio. Sea por la cantidad de lugares icónicos (Kame House, la casa de Gokú, del abuelito Gohan, la de Bulma, Namek o hasta el templo de Kaio-sama), o por la posibilidad de recorrerlos a todos volando.

Gokú llegando a la casa de su abuelito en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Gokú llegando a la casa de su abuelito en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Dragon Ball Z: Kakarot no es un mundo abierto, pero sí lleno de inmensas (y variadas) zonas en las que podremos realizar diferentes actividades: cazar, pescar, cocinar, entrenar, conversar, luchar, encontrar objetos raros como las esferas del dragón u orbes, etc. Las opciones son múltiples, sencillas y divertidas.

Justamente, las misiones principales y secundarias se pueden realizar en simultáneo, como también se pueden prescindir. Sin embargo, no lo recomiendo, porque conforme desarrollemos la historia, los enemigos incrementarán su poder. Ojo, serán más difíciles por la diferencia entre nuestras estadísticas, no porque se incremente el nivel.

Además, un factor de suma importancia en Dragon Ball Z: Kakarot es la comida. El juego incluye una serie de comidas que podremos preparar gracias a Milk, la esposa de Gokú, como también de algunos cocineros repartidos por todo el Dragon Ball Z World. Así, cada plato requiere sus ingredientes que podremos conseguir en el mapa, cazando, recolectando y comprando. El beneficio se estos platillos (también hay banquetes que solo puede hacer Milk) es que nos incrementan el ataque, defensa, experiencia, etc., de manera significativa, haciendo que tengamos la ventaja en las batallas.

Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Acerca de las misiones secundarias, estas, en su mayoría, no van más allá de encontrar a alguien, hacer mandados o pelear con alguien, por lo que se antojan simples y repetitivas. Aunque hay minijuegos extra que incrementan la variedad del juego. Entre las más divertidas tenemos la carrera de autos, entrenamiento con enemigos vencidos y retar a criaturas poderosas (robots, soldados de Freezer o Saibamans).

Por otro lado, lamentablemente, Dragon Ball Z: Kakarot no incluye un modo versus local. Aunque si lo vemos en perspectiva, no se extraña demasiado, si contamos las 30 horas de juego que nos tomará pasar toda la historia del juego con varias misiones secundarias en el hombro.

Gokú y los guerreros Z en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)
Gokú y los guerreros Z en Dragon Ball Z: Kakarot. (Captura de pantalla)

Por último, el audio de Dragon Ball Z: Kakarot es fiel al anime, con temas como Chala Head Chala y la banda sonora traída del anime. Los efectos de audio nos sumergen en la experiencia Dragon Ball, aun cuando hubiera sido muy positivo que agregasen más canciones. En adición, el juego tiene textos en español, pero con audio en japonés e inglés. No hay planes por el momento en llevar nuestro idioma al juego.

Conclusiones sobre Dragon Ball Z: Kakarot

El videojuego de rol y acción de CyberConnect está entre el top 3 de los mejores juegos de toda la franquicia. Con la historia adaptada de manera fiel y con una serie de cinemáticas y batallas brutales, Dragon Ball Z: Kakarot se posiciona como un juego infaltable para todos los fans de la serie, ya que ponernos en los pies de los Guerreros Z nunca había sido tan emocionante.

Nota final: 8.2/10

►Lo bueno

- La historia está adaptada de maravilla

- Combates gráficamente emocionantes

- Variedad de actividades para realizar en el mundo extenso del Dragon Ball Z World

- El tablero de comunidad es interesante

Lo malo

- Pantalla de cargas extensas y algunos problemas técnicos

- Sistema de combate poco profundo

- Misiones secundarias simples

DATO:

Hay cuatro ediciones de Dragon Ball Z: Kakarot: la estándar, la deluxe, ultimate y coleccionista. Su versión normal se puede encontrar para PS4 y Xbox One a un precio de S/. 239,90 en tiendas especializadas peruanas. En el caso de que lo quieras en digital, en la PS Store está a US$69,90.

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