Los llamativos huevos turquesa de los tinamous. Foto: Conservación Amazónica - ACCA
Los llamativos huevos turquesa de los tinamous. Foto: Conservación Amazónica - ACCA
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Un tucán y una tayra aparecen ante la cámara llevándose a hurtadillas unos llamativos huevos color turquesa. Regresan una y otra vez hasta que no queda ninguno en el nido abandonado de un Tinamus major, una de las 11 especies de las aves tinamous que habitan en la Estación Biológica Los Amigos en Madre de Dios, Perú.

Estas imágenes fueron tomadas por una de las cámaras trampa que se instalaron desde fines del 2017 en este espacio de la Amazonía peruana para monitorear a estas especies de las que se conoce aún muy poco.

“De las 47 especies de tinamous que existen – desde el sur de México hasta el Estrecho de Magallanes en Chile–, casi la cuarta parte habita en Los Amigos, por tanto, se trata de un posible centro de diversidad de este grupo de aves en la Amazonía peruana”, explica Aimy Cáceres, directora de Ciencia e Investigación de Conservación Amazónica (ACCA), organización que administra este centro de conservación.

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Una especie difícil de encontrar
La investigación está dando algunas luces sobre estas aves que se desplazan por tierra.  Ahora se sabe que las poblaciones de Los Amigos ocupan diferentes hábitats. “Nos llamaba la atención cómo las 11 especies estaban ahí sin competir y nos hemos dado cuenta que cada hábitat alberga una comunidad específica y diferente de tinamous”, dice Cáceres.

Los Amigos, con una biodiversidad que supera las 4900 especies de flora y fauna en sus casi 146 mil hectáreas, alberga diferentes hábitats como bosques de tierra firme, bosques de planicie inundable y pantano.

De las especies que habitan en esta zona reservada, solo la Tinamou gris (Tinamus tao) se encuentra en situación Vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Otras tres especies –tinamou de capa negra (Crypturellus atrocapillus), el gran tinamou (Tinamus major) y el tinamou gorgiblanco (Tinamus guttatus)– figuran como Casi Amenazada; mientras que el resto de especies se encuentran sin peligro.

La investigadora de ACCA señala que se trata de aves muy escurridizas, tímidas y con plumaje críptico, es decir que se camufla dentro del bosque. “Cuando pasas por una trocha te das cuenta de estas aves solo por los ruidos que hacen para comunicarse”. Sin embargo, Cáceres recuerda que una de las cosas que más le llamó la atención cuando llegó a Los Amigos es haber visto algunos tinamous caminado cerca de la estación biológica como si fueran animales domésticos. “Quizá suceda esto porque en Los Amigos no se cazan a los animales”.

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Se requiere mayor investigación
Thomas Valqui, investigador del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Louisiana, explica que se sabe muy poco sobre su dieta, sus requerimientos de hábitat y su historia natural en general. “Son muy diferentes al resto de aves. Pertenecen al grupo de las no voladoras como el avestruz, el ñandú y el kiwi. Su reproducción es rápida y se recuperan fácilmente de bajones poblacionales”.

Valqui ha estudiado bien a estos animales. Su investigación Filogeografía de Nothoprocta Tinamous y la filogenia de Tinamidae, se centró principalmente en las especies andinas. Por ello, considera que el estudio en Los Amigos permitirá conocer mejor  las variedades de la selva.

La principal amenaza de los tinamous es la alteración de su hábitat, comenta Valqui, así como las variaciones climáticas. “Durante las sequías prácticamente desaparecen, pero en época de lluvia se reproducen rápidamente”.

Los tinamous son aves escurridizas que se mimetizan con el entorno. FOTO: ACCA.
Los tinamous son aves escurridizas que se mimetizan con el entorno. FOTO: ACCA.

Se sabe que los machos son los encargados de incubar los huevos de una hembra, o de varias, en un solo nido. En el caso de las imágenes captadas por la cámara trampa, se trataba de ocho huevos del gran tinamous, especie que llega a pesar hasta un kilo y medio.

No se sabe qué pasó con el ave que debía encargarse de la protección de los futuros polluelos, pero la coloración brillante de los huevos abandonados atrajo a sus depredadores. En este caso, un tucán (Ramphastos tucanus) que se llevó cuatro huevos y una tayra (Eira barbara) que consiguió tres, el último, al parecer se rompió y su contenido fue comido por roedores o por la tayra, que fueron avistados en el nido sin que se lleven ningún huevo.

Fernando Angulo, ingeniero forestal e investigador principal del Centro de Ornitología y Biodiversidad (CORBIDI), agrega que estas aves también son presas de cazadores y fuente de proteína para muchas poblaciones locales en la selva y en Los Andes. Incluso –añade– en algunos lugares del Perú está permitida la caza deportiva del tinamous andino, también llamada perdiz andina (Nothoprocta pentlandii).

En efecto, el Calendario Regional de Caza Deportiva de especies de fauna silvestre no amenazadas, aprobado para el año 2019, autoriza su captura en las provincias de Cajatambo, Oyón, Canta, Huarochrí, Yauyos, en la región Lima, con una cuota máxima de 60 individuos.

“Se les reconoce por sus cantos, porque son muy vocales”, agrega Angulo quien recomienda hacer estudios colocándoles transmisores GPS para conocer más sobre ellas.

La versión completa de este reportaje de fue publicada en Mongabay Latam.

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