Pese a ser un referente en la industria de los relojes, Kikuo Ibe es una persona tranquila y de perfil muy bajo. (Foto: Casio)
Pese a ser un referente en la industria de los relojes, Kikuo Ibe es una persona tranquila y de perfil muy bajo. (Foto: Casio)
Bruno Ortiz Bisso

Kikuo Ibe era un estudiante escolar cuando su padre –siguiendo las costumbres locales– le regaló un , con el cual se encariñó. En 1981, cuando ya era un ingeniero que trabajaba en Casio, su querido reloj cayó al piso y se rompió. Fue entonces que se propuso crear un reloj indestructible.


Luego de destrozar más de 200 , se lanzó en 1983 el G-Shock. Pasaron 35 años y la principal amenaza ya no son las caídas, sino el avance de la tecnología. Como parte de la gira por el aniversario de estos relojes, Ibe estuvo en Lima y El Comercio conversó con él sobre una industria que sigue viva y busca no quedar relegada.


— ¿CUÁNTO DEMORÓ EN EL DESARROLLO DE SU INVENTO?
Tomó poco más de dos años sacarlo al mercado. Aunque empecé trabajando por mi cuenta, otros empleados de Casio me veían interesado en este proyecto personal. Sabían que se trataba de algo increíble. Con el paso del tiempo, otros trabajadores se fueron uniendo a mi proyecto.


— ¿CÓMO LO RECIBIÓ EL PÚBLICO? ERA UN RELOJ DISTINTO...
Hasta inicios de los ochenta no existía otra marca que tratara de proteger a los de las caídas. Todos tenían diseño similar, tenían el cuerpo muy delgado y eran muy delicados. Pero cuando el G-Shock salió al mercado, estuvo mucho tiempo sin que el público le hiciera caso.


— ¿CÓMO CAMBIARON ESA SITUACIÓN?
En esos años se puso muy de moda en EE.UU. el skateboard. Pero esta práctica deportiva es tan propensa a las caídas que los skaters preferían no usar por temor a que se rompieran. Ellos fueron nuestros primeros compradores. Encontraron en el primer G-Shock un diseño tan juvenil, bonito, y con el agregado de que era resistente a los golpes y caídas, que empezaron a usarlo. Ya en los 90, esa moda llegó a Japón, y allá los jóvenes imitaron a los estadounidenses, usando las mismas marcas de skate, comprando el mismo tipo de ropa, las mismas zapatillas… y, claro, la misma marca de reloj.


— ¿SIENTEN QUE LOS SMARTPHONES HAN PUESTO EN RIESGO SU NEGOCIO?
Como empresa reconocemos que la introducción de los celulares como aparatos indispensables para muchas personas hizo que dejaran de usar . Sin embargo, la clave está en saber cómo los relojes convencionales pueden aprender a convivir con los smartphones. Se debe apuntar hacia la mejora de la calidad de vida del público. Hoy en día muy pocas personas andan sin un teléfono inteligente, pero ya contamos con algunos modelos de reloj, incluso en la línea G-Shock, que permiten recoger ciertos datos. Y gracias a su emparejamiento con la aplicación para smartphones, se puede hacer un mejor monitoreo del estado de salud del usuario.


— ¿CÓMO HAN PLANTEADO SU ESTRATEGIA?
Nosotros consideramos tres frentes: el primero es el de la moda. Un puede ser considerado como un accesorio que refleja la personalidad de su usuario. En el caso de un smartphone necesitas gastar en más accesorios para ello. El segundo frente consiste en ofrecer una pieza fina de relojería, cosa que nos caracteriza. Y el tercero es su funcionalidad, ya que varias de nuestras líneas no solo pueden establecer conexiones con dispositivos móviles, sino que realizan análisis de datos. Debemos reconocer que todavía existe un gran mercado de personas que siguen valorando este tipo de piezas de relojería, mientras que otros prefieren un dispositivo electrónico.​

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