Motorola apuesta en su incursión a las pantallas flexibles con un modelo antiguo, pero popular: el Razr. Estas imágenes empezaron a circular por la web. El lanzamiento del equipo sería en la primera quincena de este mes.
Motorola apuesta en su incursión a las pantallas flexibles con un modelo antiguo, pero popular: el Razr. Estas imágenes empezaron a circular por la web. El lanzamiento del equipo sería en la primera quincena de este mes.
Bruno Ortiz Bisso

Hace casi un año, Samsung sorprendía a todos al presentar –aunque de lejos, medio a oscuras y sin posibilidad de acercarse– su prototipo de smartphone flexible. Era una muestra de la tecnología Infinity Flex, que permite a la pantalla doblarse.

Pero en enero, durante el CES 2019 de Las Vegas, fue la compañía china Royole la que mostró el primer producto terminado de este tipo: el FlexPai. Sin embargo, era un modelo con muchas cosas por pulir.

En febrero, Samsung anunció formalmente el Galaxy Fold, pero que recién se vendería desde meses después. Huawei no se quiso quedar atrás y, una semana después, presenta lo que será el Mate X.

El encrudecimiento de los problemas entre EE.UU. y Huawei, así como los inconvenientes con la primera versión del Fold nos hicieron creer que habría que esperar más para ver otras pantallas flexibles en el mercado mundial.Sin embargo, a poco de terminar el 2019, varios fabricantes anuncian lanzamientos de dispositivos con pantallas que se doblan.

SIN MADUREZ

Aunque se trata de un evidente logro tecnológico, ¿se puede hablar de una nueva tendencia tecnológica? “La industria del móvil busca novedades para seguir innovando, pero no veo tan clara la utilidad. Sí percibo la fascinación técnica por el logro, pero no creo que lo haga más práctico o resistente. O incluso que dé más calidad en aspectos claves” indica a El Comercio Rosa Jiménez Cano, periodista española especializada en tecnología y start-ups, afincada en Estados Unidos.

En ese sentido también opina Ricardo Sametband, editor de Tecnología del diario “La Nación” de Argentina, quien considera que es una tendencia “más empujada por los fabricantes de pantallas que por la existencia de un interés genuino del público”.

Para Gianmarco Cárdenas, editor de la web , hay un riesgo en tener tan cerca este tipo de tecnologías, pues se hacen más evidentes los problemas que tienen. “Es una tecnología que aún está muy inmadura. Si a eso le sumamos su elevado precio, su comercialización será complicada”.Los tres especialistas coinciden en que, pese al avance tecnológico desplegado, se trata de una innovación que no está claramente relacionada con alguna necesidad específica de los usuarios.

“Hay más la fascinación tecnológica que una necesidad del mercado. Ya se han alcanzado niveles muy altos en batería, resistencia, cámara. Lograr un nuevo estándar es la siguiente frontera, pero quizá debería llegar como un gadget propio, nuevo, una categoría diferente, en lugar de forzar el concepto smartphone”, detalla Jiménez Cano.

Cárdenas señala que el problema de software para este tipo de dispositivos es una muestra clara de que han salido al mercado sin pensar en alguna necesidad en particular como objetivo final. “Android para tabletas está en pañales. Estamos pidiendo a los fabricantes que este tipo de nuevos dispositivos sean una especie de 2 en 1, aunque más tabletas que smartphones. Pero no hay aplicaciones especiales en Android. Es decir, lo que veremos será igual de escaso que las apps dedicadas que hoy están en Play Store”.

“Parecen solucionar un problema que poca gente tiene. A la vez, todo depende de dos factores: precio y durabilidad. A medida que bajen los precios y los equipos se hagan más resistentes, es posible que logren mayor adopción, pero por ahora son muy lejanos”, opina Sametband.

LO QUE SE VIENE

El Galaxy Fold de Samsung ya está en el mercado. El Mate X de Huawei, por fin, saldrá solo en China en la primera quincena de este mes. Motorola también presentará una nueva versión de su modelo Razr con pantalla flexible. ¿Usted se anima?


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