Para no dañar los volúmenes antiguos, la Biblioteca Nacional del Perú utiliza escáneres planetarios, con cámaras profesionales y luces LED. (Foto: Jessica Vicente)
Para no dañar los volúmenes antiguos, la Biblioteca Nacional del Perú utiliza escáneres planetarios, con cámaras profesionales y luces LED. (Foto: Jessica Vicente)
Bruno Ortiz Bisso


Si tiene una en casa, seguro que pasó por esto: libros empolvados; tomos con hojas deterioradas; olor a humedad; y las huellas de insectos que han devorado, literalmente, el contenido de alguna obra. Para los expertos, la solución es limpieza constante, almacenamiento a una buena temperatura y protección contra el medio ambiente.


Ahora, imagine conservar los siete millones de documentos –entre libros, textos, partituras, mapas y otros– que tiene en custodia la

La Biblioteca Nacional del Perú tiene vigente una muestra de los volúmenes devueltos por Chile, que fueron llevados al país vecino tras la Guerra del Pacífico. (Foto: Jessica Vicente)
La Biblioteca Nacional del Perú tiene vigente una muestra de los volúmenes devueltos por Chile, que fueron llevados al país vecino tras la Guerra del Pacífico. (Foto: Jessica Vicente)


—CONSERVAR Y RECUPERAR—
“Siempre es necesario mantener el original en buenas condiciones”, explica a El Comercio Emma Cortez, especialista en conservación de la . Ahí hay documentos que datan del siglo XVI. Decidir las técnicas y herramientas más convenientes para utilizarse en cada caso es fundamental. 


“El mayor deterioro es por la mala manipulación del usuario, pero hay otras causas. Nosotros podemos hacer desde una mínima intervención hasta una recuperación mayor. Pero debemos recordar que algunas manchas, marcas y demás son parte de la historia del documento y no se las podemos quitar. No se trata de dejar todo como nuevo. La restauración tiene que ver mucho con respetar el documento”, detalla Cortez. 

Para el trabajo de restauración de los expertos de la Biblioteca Nacional del Perú se necesita mucha paciencia. (Foto: Jessica Vicente)
Para el trabajo de restauración de los expertos de la Biblioteca Nacional del Perú se necesita mucha paciencia. (Foto: Jessica Vicente)


Una de las obras en las que se está trabajando es “La historia del Perú” de Juan Basilio Cortegana. Se trata de una obra que formaba parte de la en la época de la Guerra del Pacífico, que fue llevada a Chile y que acaba de ser devuelta, junto a otros volúmenes, a nuestro país.


“En uno de los tomos el lomo está reforzado. Luego de trabajarlo se ha cosido, se ha hecho el montaje y luego retorna al área de custodia. Cuando llegó la costura estaba salida y rota, se hizo limpieza en seco y recosido para mantener el estado original”.


Si el documento está con hongos, moho o picado, es más complejo. Hay que evaluar, desinfectar y lavar antes de iniciar la restauración. Según la gravedad del daño, se completan los folios con pulpa de algodón, para dar estabilidad a cada página. Las partes faltantes se completan con un papel tisú especial o pulpa de papel japonés, para que no se pierda la visibilidad original del documento.

Para el trabajo de restauración de los expertos de la Biblioteca Nacional del Perú se necesita mucha paciencia. Aquí se ve cómo se completa el papel destruido por animales. (Foto: Jessica Vicente)
Para el trabajo de restauración de los expertos de la Biblioteca Nacional del Perú se necesita mucha paciencia. Aquí se ve cómo se completa el papel destruido por animales. (Foto: Jessica Vicente)


—DIGITALIZACIÓN—
Cuando se cuenta con un documento en condiciones adecuadas, se puede digitalizar. Esto permitirá que más gente acceda a ese contenido, protegiendo el original de un proceso de mayor deterioro. 


“Aún nos falta digitalizar gran parte del fondo antiguo, de los siglos XVI, XVII y XVIII, pero nuestra prioridad son los volúmenes devueltos por Chile. Todos los lotes deben estar digitalizados para el bicentenario”, indica a este Diario Leandro Villalobos, especialista en digitalización de la .


“Cuando hablamos de digitalizar un documento, inmediatamente viene a nuestra mente el escáner casero. Pero no solo se trata de eso”, aclara el experto.


Usan escáneres planetarios, en forma de V, que no dañan la encuadernación original. Además, utilizan luces especiales y cámaras de alta definición. Pero no es todo. “El proceso es largo. Primero, consultamos la base de datos de lo que podemos digitalizar. Hacemos la solicitud del material al área de patrimonio, que son quienes custodian los documentos en la . Nos llega el material y empezamos la captura, uno por uno, hoja por hoja, usando esos escáneres planetarios. Luego se hace el control de calidad, que es manual, pues el operador es humano y puede fallar. El control de calidad ve imágenes repetidas, faltantes, desenfocadas. ¿Por qué no usamos un software para esto? Pues mucho material es muy antiguo, con imprentas de distintas calidades y con una impresión que no es perfecta como las que se usan ahora. Esas características harían fallar a un software de control de calidad. Todo el proceso varía según el volumen”, explica el experto.


Tras ello, viene el trabajo de edición, es decir, quitar todo lo que no sea parte del libro físico original. “Muchas veces por la humedad se ondulan las hojas; las imprentas antiguas no generaban a la perfección los márgenes, pues tenemos textos que no son fácilmente leídos y en la edición tratamos de quitar esos efectos. De allí viene el empaquetamiento en un solo archivo digital que corresponde a cada volumen. Esto puede ser un PDF, un HTML o un ePub; pero acá trabajamos con HTML y PDF. Finalmente se aplica el OCR para la búsqueda en el documento, pero este no se aplica ni a manuscritos ni cartas. De allí, se construye el eBook y queda listo para que pueda ser publicado, catalogado digitalmente y se pone a disposición a través de la plataforma digital de la ”, detalla.


“Aquí no digitalizamos cualquier documento administrativo. Este es el patrimonio de nuestro país; la memoria de la patria”, recalca Villalobos. 


EQUIPO REDUCIDO
En esta área de la hay 22 trabajadores, entre restauradores, conservadores e historiadores. Además, solo cuentan con 10 escáneres planetarios.

GRAN PRODUCCIÓN
En el 2010, se digitalizaron 5.000 imágenes, mientras que cuatro años después esa cifra subió hasta las 500.000.

RELIQUIA VALIOSA
La BNP resguarda una copia de “La doctrina cristiana”, de 1584, el primer libro impreso en esta parte del mundo.

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