(Foto: HBO)
(Foto: HBO)
Redacción EC

El tercer episodio de la octava temporada de pasará a la historia como uno de los más caros, con una de las batallas más grandes jamás filmadas y con escenas memorables y trascendentales para el desenlace de la trama.

Dependiendo de a quién le pregunte, puede que también pase a la historia como una experiencia frustrante para quienes sintieron que por momentos no se veía nada.

Pero la explicación técnica de este fenómeno, que sin duda afectó a muchos televidentes que expresaron su descontento en redes sociales, es sencilla. No es, como algunos aventuraron, que haya quedado mal iluminado, o que HBO lo haya grabado intencionalmente oscuro para ahorrar en maquillaje o CGI. En realidad, es casi todo lo contrario.

La batalla de Winterfell se grabó con estándares cinematográficos que, no cabe duda, funcionarían muy bien si en efecto se hubiera proyectado en una sala a oscuras y con un medio digital enriquecido. Pero en la experiencia doméstica de la mayoría de los espectadores juegan muchos factores, que van más allá de si simplemente el televisor es 4K.

Lo primero es que la ventaja la tienen quienes usan tecnología OLED (como la de los televisores de Sony, Panasonic y LG), que iluminan y apagan cada celda, garantizando negros sin emitir luz que en realidad no se desea. Aunque los OLED (como los Samsung) usan básicamente un sistema LCD, activan sus píxeles individualmente para lograr un efecto como el de los OLED. Quienes usaron televisores LCD se dieron cuenta de que la luz que emita la pantalla, toda la pantalla, aclaraba las partes oscuras y le quitaba definición a las que estaban en la penumbra.

Lo malo es que un televisor OLED no reproduce una escena como la de la batalla de Winterfell así porque sí. Si los settings no se ajustaron de manera correcta, es posible que la misma tecnología elimine detalles que tu quisieras ver en favor de un negro más negro.

Lo otra es la compresión. Si cuentas con la señal de HBO en HD o Full HD seguramente tengas una ventaja sobre quienes vieron el streaming en plataformas digitales (ni siquiera vamos a hablar de los que vieron versiones piratas). Si la imagen venía comprimida, la resolución de la pantalla se vuelve secundaria porque la imagen de origen ha perdido ya definición. La platafroma de HBO Go ya se ve exigida cada vez que se estrena un episodio, pero si tu hijo está en la habitación de al lado jugando Fortnite, las cosas van a empeorar.

¿Qué hacer, entonces? Mientras llega la versión en Blu Ray, lo mejor que puedes hacer es esperar a que todos duerman, apagar las luces y aumentar la luz de fondo (backlight) de tu televisor. Lo peor que puede hacer es subir el brillo (brightness) a la maldita sea, porque terminará con una imagen pixelada y manchada (y de paso va probablemente va a lastimarte los ojos).

Si no estás seguro, usa el Modo Cine de tu aparato. Y al igual que con Roma, es clave que apagues el Motion Flow, TruMotion o ‘smoothing’ de la imagen, un modo que incluyen la mayoría de los televisores actuales y que emplea un algoritmo para ‘rellenar’ la imagen y mejorarla, pero resulta contraproducente en casos como este. Activa el HDR y usa la temperatura ‘normal’. Con algo de suerte, la próxima batalla, contra la compañía dorada, ocurrirá en King’s Landing, en el mar… y a pleno sol.

Willson Vega
El Tiempo, GDA

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