¿Qué lleva ahí?
¿Qué lleva ahí?
BBC News Mundo

Entre todos los maletines, el de los doctores definitivamente tiene un estatus especial. Ese contenedor de equipo y medicamentos, combinado con el conocimiento del médico, alivia el sufrimiento y, a menudo, hace la diferencia entre la vida y la muerte.

Y su importancia se remonta al menos al año 305 a.C., pues su primera salida a escena conocida fue en el Corpus Hipocrático. El pequeño tratado conocido como 'Decoro', describe cómo el médico debe llevar un pequeño estuche para cargar los elementos necesarios cuando se visita a los pacientes.



Mucho tiempo después, en el siglo XIX, un comerciante de cuero llamado JG Beard creó la bolsa que a muchos se nos viene a la mente cuando pensamos en un maletín médico. Y le puso el nombre de William Gladstone, el primer ministro británico, a quien admiraba mucho.

Así, el maletín Gladstone tenía la cualidad de que se abría ampliamente desde la parte superior y le permitía al médico sacar lo que fuera necesario con relativa facilidad. 

Sigue siendo apreciado, aunque ya no se ve tanto como hace unas décadas. 

Pero lo más importante de un maletín médico es su contenido y eso varía dependiendo del doctor y de su patrón de trabajo: uno que trabaja en lugares remotos requiere cosas muy diferentes de uno de ciudad.

Además, como el maletín mismo, lo que lleva dentro ha cambiado con el tiempo.

En el programa de la BBC "Inside Health", los doctores Mark Porter y Richard Probert abrieron sus maletines y revelaron su contenido.

Por si acaso

"Si echamos un vistazo al interior, podemos ver cajas de medicamentos, agujas y jeringas, todas rotuladas y claramente expuestas", contó Probert. 

"Tengo nebulizadores sónicos que pueden administrar medicamentos en aerosol al paciente sin necesidad de electricidad, para tratar ataques de asma y exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC.

"Y luego todas las cosas habituales: guantes, tiras reactivas de orina, aerosoles de gel para el lavado de manos antiséptico, si no hay instalaciones disponibles, y equipo de reanimación, en caso de que sea necesario".

Un juego de herramientas muy completo, pensado para cubrir la mayoría de las eventualidades. 

La libreta

¿Algún rastro de la libreta que cargaban los doctores no hace mucho, esa que sacaban al final de la consulta? 

El doctor Porter revisó su maletín y efectivamente encontró una, pero, aclaró: "Parece que llevo dos años cargándola y nunca la he usado".

"Apenas uso un bolígrafo hoy en día", señaló Probert. "Las prescripciones las hago electrónicamente en una computadora portátil y mucha de la información que necesito la encuentro en las notas del paciente guardada ahí".

La tecnología, obviamente, ha avanzado.

Ambos médicos cargan, por ejemplo, oxímetros de pulso, el pequeño aparato que se pone normalmente en el dedo para medir los niveles de oxígeno, útil en cuestiones como la infección de tórax, así como un dispositivo que mide la glucosa en la sangre, para las pruebas de diabetes.

Sin embargo, hay algunos artilugios que han sobrevivido el paso del tiempo, como el estetoscopio o el dispositivo de medición de la presión sanguínea.

"Lo que realmente ha cambiado recientemente es la necesidad de tecnología para llevar la información más cerca del paciente", señala Probert.

Relax

Y, con tanto cambio, ¿será que la gente sigue espera ver a un médico cargando un maletín?

"La apariencia de los doctores ha cambiado completamente", señala Probert.

"Ya no tenemos que usar corbatas todo el tiempo, tenemos los brazos descubiertos de los codos hacia abajo, no nos la pasamos en batas blancas y muy pocos cargan maletines Gladstone", agrega.

"Solo somos parte de la sociedad relajada del siglo XXI".

Porter es uno de los pocos que sí tiene un maletín Gladstone: "Pero mirando la mayoría de las cosas que cargo, me doy cuenta de que casi nunca las uso: está ahí por si acaso".

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