(Foto: captura de YouTube)
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Redacción EC

Entender la lógica detrás de los  fue la razón que llevó a Joan Duarte a estudiar ingeniería de sistemas. A punto de recibir su diploma de graduación de la Fundación universitaria Konrad Lorenz, dice haber cumplido su objetivo. Sus años de estudio los enfocó, sobre todo, en el desarrollo de juegos de realidad virtual, aumentada y de escritorio.

Este bogotano de 21 años formó parte del proceso de creación del semillero de videojuegos de esa institución, donde trabajó tres años y medio en un proyecto con el que espera motivar a otros estudiantes a despertar un mayor interés por el código.

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Duarte creó Drones VR, un juego con una mecánica sencilla que cuenta con versiones para escritorio y para dispositivos de realidad virtual.

La trama se desarrolla en un laboratorio abandonado, y el jugador se enfrenta a una dinámica de supervivencia por rondas en la cual debe combatir con armas a sus enemigos, los drones.

Duarte incorporó elementos de inteligencia artificial (IA) para que los atacantes interactúen teniendo en cuenta el comportamiento del jugador. Afirma que en el campo de los videojuegos hoy cobra mayor relevancia la creación de sistemas de IA avanzados, sobre todo en los personajes que intervienen directamente en la historia.

Joan Duarte hizo parte de la creación del primer semillero de videojuegos de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz hace tres años y medio. (Foto: Hernando Banquez)
Joan Duarte hizo parte de la creación del primer semillero de videojuegos de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz hace tres años y medio. (Foto: Hernando Banquez)

“Planteamos cómo se debería comportar esa máquina enemiga si fuera un humano. Lo separamos por acciones (por ejemplo, si está muy cerca debería golpearlo). Hicimos un diagrama de los comportamientos que debería tener, lo representamos cada uno gráficamente y lo programamos”, señaló.

Así, con base en las decisiones del jugador, los drones aprenden algunas estrategias de batalla y mejoran su ataque. “Si una persona se queda en un sitio, los drones van a ir en manada a atacarla; si se va corriendo, la IA va a buscar la forma de rodearlo y de llegar a él”, dice.

De hecho, explica, el sistema entiende y diferencia el comportamiento de los jugadores por el tiempo de espera. “Si se queda durante un tiempo en un rango de tres metros, la inteligencia artificial lo entiende y va a actuar. Se basa en la estrategia de cada jugador, algunos prefieren esperar a que los ataquen y hay otros que irán a caminar”, afirma.

El juego no tiene fin, y, según Duarte, “la idea era hacer algo que fuera lo suficientemente autónomo para que el jugador pudiera seguir y seguir y superarse. Debe sobrevivir la mayor cantidad de tiempo aprovechando las armas que se van encontrando alrededor del mapa en rondas más altas”, explica.

En la versión de realidad virtual, el recorrido por el mapa se hace bajando la cabeza. “Se está implementando la tecnología para que si agitas la cabeza, puedas disparar a los enemigos; son métodos sin control”, añade.

Al final, Duarte quiere que este juego sirva de punto de partida de creación para otros estudiantes. “Yo utilicé contenidos de diferentes materias, como ecuaciones diferenciales y arquitectura de software. La idea es seguir avanzando y exponiendo, y cada vez que haya nueva tecnología, que se pueda llevar el juego hacia ese camino”, señala.

Explorar el potencial de la realidad virtual es otro de sus objetivos. “Hablamos con estudiantes de psicología para implementar la realidad virtual para tratamiento de fobias, por ejemplo”, concluye.

(GDA / El Tiempo)

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