Las reciente declaraciones de Michael Douglas sobre la relación de su cáncer con la práctica del sexo oral siguen acarreándole problemas. No solo ha despertado un debate médico, sino que también ha recibido cientos de críticas por haber expuesto a su esposa, la actriz Catherine Zeta- Jones, a las burlas.
En una columna del New York Post, se cuestiona a Douglas por las declaraciones que, además de dar pie a las bromas en torno a su relación conyugal, llegan en un mal momento: Catherine Zeta-Jones confesó recientemente que sufre de trastornos bipolares por los que está recibiendo tratamiento médico.
Que Michael Douglas hable de este tipo de cosas ante el mundo debería ser razón para buscar un consejero matrimonial, o un abogado de divorcio muy caro, se lee en el mencionado diario.
Aunque, la tarde ayer, el representante de Michael Douglas aseguró que se habían malinterpretado las declaraciones del actor, este no ha vuelto a tener una intervención pública. Así mismo, tampoco la ha tenido su esposa.