Han pasado dos décadas desde que la más bella de las princesas de ese mundo fantástico que es el cine nos dejara. Audrey Hepburn tenía 63 años de edad y una vida que había decidido dedicar a ayudar al prójimo como embajadora de buena voluntad de Unicef . Estaba en su casa de Suiza, la patria que había elegido por voluntad, y en compañía de Mel Ferrer, su gran amor. La noticia de su partida fue motivo de muchas muestras de dolor en el mundo, pero a la vez de respeto y eterno agradecimiento por los maravillosos personajes que trajo a la vida. Su legado artístico ya es conocido por eso aquí preferimos recordarla con algunas de las frases que dibujaron mejor su personalidad fuera de la pantalla: la de una mujer sensible y humana.

1. Nací con una enorme necesidad de afecto y, una terrible necesidad de darlo.

2. La belleza de una mujer no está en la ropa que usa, la figura que lleva o la forma que peina su cabello. Yo creo que las chicas más felices son las chicas más guapas.

3. Recuerda que siempre que necesites una mano, ella estará en el extremo de tu brazo. Mientras nos vamos haciendo más viejos, recordaremos que una mano es para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás.

4. Estoy orgullosa de haber estado en un negocio que da placer, crea belleza y despierta nuestra conciencia.

5. No soy hermosa. Mi madre una vez me llamó patito feo. Pero, separando las cosas, tengo algunas buenas características.

6. Nunca pienso en mí como un ícono. Eso está en las mentes de la gente, no en la mía. Yo apenas hago mi trabajo.

7. El que quiera ser el centro de una reunión, mejor que no acuda.

8. Mi niñez me hizo más sensible a los horrores de la guerra, de la violencia, del hambre y me creó la necesidad de contribuir algo.

9. No intento ser modesta, pero en verdad, soy un producto de todos los que fueron mis directores. No soy Laurence Olivier, un talento virtuoso. Básicamente, soy bastante inhibida y encuentro dificultades para desenvolverme con la gente.

10. Lo que mis directores han tenido en común es que me han hecho sentir segura y querida. Dependo en alto grado de ellos. Yo era una bailarina y lograron hacer algo de mí como actriz que satisfizo al público.

11. Adoro hacer películas. Cuando no trabajo extraño. Pero si bien podría sobrevivir sin trabajar no podría hacerlo sin mi familia. Eso, supongo, es lo que hizo que mi vida privada siempre se antepusiera a todo los demás y es la razón por la que filmé tan pocas películas últimamente.

12. Siempre sé una primera versión de ti.

13. Muy seguido tengo la necesidad de estar sola. La paso así del sábado por la noche al domingo por la mañana en mi departamento. Así es como me recupero.

14. No me interesa lo que se escriba sobre mí siempre y cuando no sea verdad.

15. Las mujeres comunes saben más de hombres que las mujeres hermosas. Pero las mujeres hermosas no necesitan saber de hombres, son los hombres los que tienen que saber de mujeres hermosas.

16. Mi vida no es teorías y fórmulas. Es instinto y sentido común.

17. Tenía exactamente la misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos 10 cuando empezó la guerra y 15 cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en holandés en 1947. Lo leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no lo veía así, no solo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente.

18. Vimos fusilamientos. Vimos a hombres jóvenes ponerse contra la pared y ser tiroteados. Cerraban la calle y después la volvían a abrir y podías pasar por ese mismo lugar. Tengo marcado un lugar en el diario, en el cual Ana Frank dice que han fusilado a cinco rehenes. Ése fue el día en que fusilaron a mi tío. En las palabras de esa niña yo leía lo que aún sentía en mi interior. Esa niña que había vivido entre cuatro paredes había hecho un reportaje completo de todo lo que había vivido y sentido

19. Creo en el color rosa, pero también en que la risa es el mejor quemador de calorías y que hay que besar ¡besar un montón! Creo en ser fuerte cuando todo parece ir mal, creo que mañana será otro día y creo en los milagros.

20. La vida es dura. Después de todo, te mata.