Inestable: Bojack Horseman hará todo lo posible por boicotear la serie que protagoniza. (Foto: Netflix)
Inestable: Bojack Horseman hará todo lo posible por boicotear la serie que protagoniza. (Foto: Netflix)
Juan Diego Rodríguez

Puede parecer una obviedad, pero el gran secreto del éxito de es la naturaleza de sus personajes. En tiempos en los que casi todo es censurado con lupa, solo los animales antropomorfos pueden ser brutalmente, políticamente incorrectos. En ese contexto es que Bojack, protagonista de la serie, puede hacer lo que le place y nadie tiene derecho a juzgarlo como a un humano. Lo hemos visto a punto de besar a una menor de edad e incluso sabemos que agredió a una ex novia. Pero aun así esta ególatra y déspota estrella de cine venida a menos sigue haciendo de las suyas y liderando un exitoso show.

Este recurso no es gratuito: Bojack se sabe un ser tóxico y el hecho de no poder cambiar le hace perder la cordura. Sobre ello versa la quinta temporada que recientemente se estrenó en Netflix: aunque su vida está encaminada gracias al éxito de una serie de TV, él no cesará en boicotearse. Ni siquiera su querida hermana podrá sacarlo a flote y evitar que siga siendo un borracho adicto a los ansiolíticos.

AL DETALLE
Esta nueva entrega también tiene otros méritos: ya era tiempo de que se explorará en la vida de otros personajes importantes. Aquí vemos cómo la relación de Princess Carolyn con su madre y la pérdida de un bebe la convirtieron en un ser insensible, pero frágil en su interior; de igual forma comprendemos que Mr. Peanutbutter es el verdadero causante de sus fracasos maritales.

Dos episodios destacan por su propuesta narrativa y la crudeza de su contenido. En "Free churro" se ve a Bojack hacer un memorable monólogo catártico sobre la relación con su madre: el dramatismo es permanente gracias a que la escena se desarrolla en el funeral de su mamá. Por su lado, "Head in the Clouds" se preocupa por enumerar las incongruencias del movimiento #MeToo y les suma una dura crítica al mundo del espectáculo que suele ocultar las conductas nocivas. Finalmente, el episodio adquiere otra dimensión al mostrar a Bojack como un agresor y mostrar sus convenientes lagunas mentales.

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