Sonia del Águila

Durante la gala final de “”, mientras esperaba el resultado del jurado, parada en medio de aquel imponente escenario del reality show mexicano, le agradecía a la vida y a esa fuerza interior que le permitió desnudar su alma y despojarse de sus miedos para perseguir sus sueños artísticos siendo ella misma.

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Después de consagrarse como campeona en la categoría de canto, el pasado 2 de octubre, Carruitero se coronó junto a la mexicana Verónica Linares, participante de la disciplina de imitación, como Campeonas de Campeones. Ambas levantaron la copa y se llevaron el premio de tres millones de pesos mexicanos, un equivalente a 150 mil dólares americanos.

Fue un empate histórico, estoy feliz, era mi revancha. El año pasado me presenté en la categoría de imitación, como Adele, y no conseguí avanzar. Este año aposté por la disciplina de canto, y gané. Es un paso importante para que la gente empiece a llamarme por mi nombre, a conocerme como Joaquina, porque es frustrante que solo te vean como la imitadora de alguien”, señala la talentosa artista peruana.

—¿Cómo llegaste a “El Retador”?

La producción me llamó, apostaron por mí, no tuve la necesidad de hacer casting, me imagino que fue porque me vieron en “Yo soy Perú”.

—¿En qué invertirás el dinero que ganaste?

Si me hubiese llevado los tres millones de pesos, es decir los casi 150 mil dólares, me hubiese comprado un departamento, pero como empaté y solo me llevé la mitad (casi 75 mil dólares), invertiré el dinero en hacer música propia, algo bonito, y en comprarme un carro, lo necesito para movilizarme.

—¿A qué edad te presentaste en un reality de canto por primera vez?

A los 13 años, fue en “La Voz Kids”, y a los 15 intenté ingresar a “Los 4 finalistas”, pero no me eligieron. Un año después competí por primera vez en “Yo soy”, imitando a Adele, y gané. Después estuve en varias temporadas de “Yo soy” y a los 18 entré a “La Voz”. Ese mismo año, durante una pausa del programa de Perú, participé en “El Retador de México, cuando estaba allá, sola, cumplí 19 años. Desde los 16 me hago cargo de mis gastos, vivo de la música, de cantar.

—¿Qué representa la música para ti?

Es libertad, amor, expresión. En los últimos meses aprendí muchas cosas, aprendí que los músicos somos libres, ahora soy libre, puedo mostrarme como realmente soy y la gente me apoya.

—En tu discurso de presentación del “El Retador”, comentaste que las críticas sobre tu peso y tu cuerpo te llevaron a la depresión y a tener cuadros de ansiedad. ¿Superaste esa etapa?

Mi peso dejó de ser un problema para mí hace bastante tiempo, como a los 14 años empecé a aceptarme, aunque internamente era como que estoy gorda o no me gusta esto o aquello, y hace un año se me presentó la oportunidad de someterme a una operación de manga gástrica, y lo hice. Ahora me siento mucho mejor, menos apretada, ya no me falta tanto el aire, de salud estoy casi perfecta, cuido mi alimentación, trato de comer sano, de no abusar de algunas cosas. No tendré curvas, todo se me cae, seré aguadita, pero me gusto y me siento cómoda.

—¿Cuántos kilos bajaste?

No me he pesado últimamente, pero calculo que unos 25 kilos.

— ¿Hubo un momento de quiebre que te llevó a operarte?

Sentirme mal por estar gorda ya no era sano, no estaba cómoda, quería un cambio en mi vida, en mi físico porque nada me quedaba, ni la ropa de mi mamá ni de mi papá que antes me ponía. Cuando salí de “La Voz Perú” no me reconocía.

─¿Raparte la cabeza formó parte de ese cambio?

Esa es otra historia, me rapé porque quería mi cabello sano y porque quería dejar de ser Adele. Soy de las que se corta el pelo para cerrar ciclos.

—Al raparte la cabeza cerraste el ciclo de Adele, ¿qué ciclo cerraste con la operación de manga gástrica?

Cambiar de mente, cambiar mis hábitos alimenticios, ahora trato de comer bien. Por la operación hay comidas que ya no puedo consumir, como la leche normal, pastas, no puedo comer mucho pollo porque me cae mal, ni cebolla.

—Mientras te sacabas el vestido para quedarte en camisón e interpretar vestida así “Cuando nadie me ve” en el escenario de “El Retador”, dijiste que elegiste esa canción porque durante mucho tiempo estuviste escondida y no habías podido ser quien realmente eres. ¿Quién eres?

A mí me vale madre cualquier cosa, no me chupo, si me siento cómoda lo voy a hacer, empecé a encontrarme, a ser yo y Adele dejó de ser mi prioridad. Amo el escenario con todo mi ser, pero cuando nadie me ve solo soy Joaquina, por eso decidí quitarme el vestido, con esta canción me desnudo. Estoy luchando por dejar de ser Adele y de ser etiquetada por la sociedad de que mujer bonita es mujer heterosexual.

—¿Eres heterosexual?

No soy y me vale madre, tengo una novia hermosa a la que amo con todo el corazón, también quería dejar los estereotipos del cabello largo, corto, la faja, quería dejar todo de lado y sentirme libre. De hecho lo intenté hacer en “La Voz Perú” cuando canté “Todos me miran” y también me quité el vestido.

—¿Con qué canción te identificas?

Una vez Mauri Stern me dijo que hay canciones que están escritas para uno y que la vida te las da, “Cuando nadie me ve” es una de las canciones con las que me identifico de verdad, porque he estado bastante tiempo escondida, pero no porque me quería esconder, sino porque la sociedad no quería abrir los ojos. Yo nunca he estado en el closet, nunca me he guardado mis comentarios, ni me he limito al hablar.

—¿Qué se viene para tu carrera?

Me encantaría crear mi propia música para que mi futuro sea prometedor, me gustaría contar mi historia bien, lo que realmente siento y para eso tengo que seguir viviendo, todavía me falta mucho camino por recorrer. También muero por actuar, de niña llevé algunos talleres y he participado en obras de teatro, pero me encantaría hacer algo de ficción en televisión, un personaje, interpretar a alguien que no soy, sería un gran reto para mí.


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