Lorena Salmón: "Todos para uno y uno para todos"
Lorena Salmón: "Todos para uno y uno para todos"
Lorena Salmón

Tengo la suerte de seguir colaborando con el Mincetur, este año junto a la Dirección Nacional de Artesanía, y observar cada esfuerzo que se hace para mejorar al sector artesanal. 

La semana pasada estuve de moderadora de un panel como parte del Seminario Iberoamericano de Artesanía 2016. La verdad me quedé impresionada de la gran convocatoria.

Mi turno era después de la rueda de preguntas a Marcelo Rosenblaum, arquitecto brasilero invitado, quien se había encargado de llevar la ponencia anterior. 

Una señora toma la palabra  y hace de sus cinco minutos un descargo absoluto sobre la situación actual de los artesanos en el Perú, convirtiendo su oportunidad para preguntar en quejas contra el Estado, contra el mismo invitado ( por qué te invitaron a ti y no hay un artesano peruano hablando). La gente la ovacionó. Y esta incitación inspiró a otros que quisieron aprovechar el acceso a un micrófono para hacer su queja personal. 

Yo estaba muda. El asunto se estaba volviendo político. 

El brasilero, no respondió inmediatamente, pero cuando las quejas cesaron, se paró frente a todos y dijo algo así, pero mucho más bonito:  Entiendo sus quejas, pero basta de ellas. No podemos pasarnos la vida quejándonos por todo, reclamando y reclamando. Basta. Es momento de hacer cosas. De probar, de equivocarse pero de hacer. Y de hacer todos juntos, unidos por el mismo bien. Para que todos estemos contentos. 

Nuevamente, todo el auditorio aplaudió. Así de simple. Así de cierto. Casi se me cae una lagrimita. 

Trasladando su discurso al plano que nos compete: el nuestro, el camino que elegimos seguir. No podemos pasarnos la vida quejándonos del resto o de lo demás, no podemos seguir perdiendo nuestro tiempo criticando sin aportar una cuota mínima que tenga como intención que el otro también esté bien. Hay que sumarnos todos, unirnos todos.

Artesanos, creativos, periodistas, diseñadores de moda. La convocatoria es abrierta. Hay que crear una conciencia en común que no se queje, que no envidie, que no desee el mal. Tal vez entonces nos convertiremos en una comunidad que logre entenderse y trabaje como un todo. 

 

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