Lorena Salmón: "Sigue a quien debes"
Lorena Salmón: "Sigue a quien debes"
Lorena Salmón

Después de presentar los MTV Video Music Awards, Miley Cyrus estuvo en la boca de todos, para bien o para mal. Sucede que salió en cueros, irreverente y sin vergüenza alguna a animar el evento musical.

Sí, los once looks que la cantante llevó a la alfombra roja fueron absolutamente desatinados, con el más puro sentido lúdico y unas ganas inmensas de polemizar.
Entonces la controversia no se hizo esperar. Sobre su vestuario se emitieron todo tipo de comentarios y en distinto tono. Ojo, que Miley no es tonta y marcas como Moschino, Prada, Versace  y Agatha Ruiz de la Prada –siempre tan provocativas como irreverentes– estuvieron detrás de cada una de esas locuras, demostrando que la moda puede ser pura diversión también.

Para el extremo del público que la aplaude, Miley puede ponerse lo que quiera e igual verse bien solo porque es Miley: una chica mediática que siempre se ha sentido cómoda exponiéndose tal y como es. Por eso se ha convertido en una especie de antiheroína de la moda. La representante del desenfado absoluto, la que no tiene temor de enseñar un pezón o ambos ni de mostrarse a sí misma completamente sin ropa. 

Es divertido que una imagen pública desenfadada con el poder de llegada de Miley, dé un mensaje del tipo: sé tú misma sin importar qué. Pero hay otra gran parte de la audiencia que encuentra inquietante ver a una chica calata todo el rato y sin otro sentido que la provocación. 

Yo pensaba, por ejemplo, en Emma Watson, que apenas tiene 3 años más que Miley. Solo por contarles algo, ella se encuentra de gira con su nueva película, “Regression”, y ha decidido que todos los looks que llevará en la alfombra roja serán exclusivamente de marcas que trabajen y apoyen la sustentabilidad. Esto a partir de un documental que Watson vio y le despertó una conciencia, que debería también despertar en cada una de nosotras.  

El documental “El verdadero costo” trata sobre el impacto real de la industria de la moda, tanto en la sociedad como en el medio ambiente. A partir de ahí, la actriz se convirtió en activista  de los derechos  de los trabajadores textiles y defensora de las prácticas justas en la moda. Por eso ha decidido someterse al reto de la pasarela verde, llevando su causa a un plano real. Ya sabemos que muchas dicen que apoyan a una u otra causa, pero ¿quién verdaderamente toma la decisión de vestirse con un comportamiento ético y justo?

Entonces: Miley, wi, ¡qué divertida y loca chiquilla! Pero si hay que seguir algún ejemplo vayamos por el otro camino, ese que tiene sentido, el que está destinado no solo a hacer una industria mejor, sino a un mundo mejor. Así de optimistas estamos.

 

Contenido Sugerido

Contenido GEC