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Iquique
Redacción EC

Iquique, término que proviene del aimara ikilke y significa lugar de sueño o descanso, posee una belleza sorprendente. La carretera que conecta el aeropuerto Diego Aracena con el centro de la ciudad (45 km) ofrece una maravillosa vista a las dunas que, de alguna manera, resguardan el lugar. En medio del panorama desértico, a diez minutos del aeropuerto, se ubica el hotel y restaurante Jatata. Su delicioso rodizio lo convierte en una buena opción a la hora de almuerzo.

Los altos edificios, sobre todo, alrededor de la playa Cavancha hacen lucir a la urbe como una pequeña versión de Río de Janeiro. Cavancha, de arena blanca y temperatura promedio de 24 ºC, es ideal para tomar el sol y surfear. Además, alberga el Parque Aventura Yacaré, donde se crían los caimanes yacaré, oriundos de Brasil; y el gran estanque, que cada sábado exhibe un show de lobos marinos.

Por la noche, las luces del Casino Dreams prometen una velada divertida. Otra opción, a cinco minutos a pie, es la pequeña península de Cavancha, llena de restaurantes y bares, como la pizzería Doña Filomena, el pub The City o el Siddartha Lounge.

El corazón de la ciudad es la calle Baquedano, declarada zona típica por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile en 1977. Puede recorrerse en un mini tranvía de entrada gratuita. En esta vía encontrarás el Museo Regional y el Palacio Astoreca, que da cuenta del boom del salitre (finales de 1800) y de la Guerra del Pacífico.

Otro punto importante es la Plaza Arturo Prat, que llama la atención por la Torre del Reloj, de 25 m, construida en 1877 con pino oregón procedente de Canadá e Inglaterra. Este material es la base de muchas edificaciones aledañas, entre las que destaca el Teatro Municipal, cuya remodelación finalizará el segundo semestre del 2019. En una esquina de la plaza, se distingue el Casino Español, una casona blanca de estilo moro que cuenta con un restaurante.

Uno de los atractivos más visitados de Iquique es el Museo Corbeta Esmeralda. Y es que en el 2004, la minera Collahuasi regaló una réplica del buque Esmeralda, hundido por el Huáscar en la Guerra del Pacífico. Este espacio, que muestra cómo era la vida a bordo, recibe en promedio más de 200 personas al día; la mayoría, ciudadanos peruanos, bolivianos y argentinos. La Esmeralda original yace en el mar de Iquique. En sus trabajos submarinos, la Armada de Chile solo encontró escombros. Por eso, para la réplica, se hicieron estudios en el astillero inglés de William Pitcher en Northfleet, Inglaterra (donde la embarcación fue fabricada) para aproximarse a un modelo similar que sirva para construir el museo.

Siguiendo por la pista costera Arturo Prat, a pocos metros del Museo Esmeralda, se halla la puerta 7 del ZOFRI (la Zona Franca de Iquique). Un mall muy concurrido, a causa de sus precios. ¿Algunos ejemplos? Un whisky etiqueta verde está a US$40; un televisor UHD Smart de 49’, US$603; una licuadora, entre US$25 a US$40; un polo de marca francesa, US$43; un smartphone, US$847; un horno microondas, US$92; lencería fina, desde US$40; y juguetes desde US$20. Si la comparamos con la Zona Franca de Tacna, hay más variedad de electrodomésticos y está más ordenada.

GUÍA DEL VIAJERO

¿Cómo llegar?
Vía Amaszonas (vuelo directo) o LATAM (con escala en Santiago) desde US$400.

¿Dónde alojarse?
El hotel Terrado Suites Iquique tiene habitaciones desde US$ 90. La noche en el Hilton está a US$ 118.

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