IGOR GALO

Viena y Salzburgo son las ciudades más turísticas de Austria, pero este bello país tiene otros destinos igualmente interesantes. Graz, la segunda ciudad del país, y Linz, la tercera, ofrecen al viajero una visión complementaria y diferente.

Además, se están convirtiendo en una escapada obligatoria para quienes viajan a Viena o en una parada para quienes hacen un tour por Praga, Múnich, la frontera de Eslovenia o Zagreb, pues están a menos de tres horas de estos populares destinos.

Ambas fueron capitales europeas de la cultura, lo que las impulsó a levantar dos de los museos más vanguardistas de Europa: el Kunstmuseum, de Graz, y el Ars Electrónica, en Linz.

CONOCER GRAZ Graz es una de las 12 ciudades del mundo denominadas por la Unesco Ciudades del Diseño. Empiece su caminata desde la cafetería situada en la terraza de Kastner Öhler, los grandes almacenes de la ciudad, ubicados en la calle Sacks, desde donde se contempla toda la urbe.

A menos de cien metros está el ayuntamiento y la plaza central de Graz (HauptPlatz), donde arranca la calle Herrengasse, lugar de los principales comercios y también la armería (Landeszeughaus), uno de los museos más interesantes de la ciudad.

Casi enfrente está la Casa Pintada (Gemaltes Haus), cuya fachada tiene 220 metros de frescos del siglo XVII. Tras estos edificios de Herrengasse hay callejones y patios interiores con tiendas de productos de diseño y gourmets. Una plaza muy popular por esta zona es la Glockenspielplatz (plaza del campanario), donde un carillón de 1905 toca tres veces al día varias melodías. Muy cerca está la Catedral, cuyas primeras piedras datan del siglo XV y que tiene una mezcla de estilos gótico y barroco.

EL ENCANTO DE LINZ El museo Ars Electrónica, dedicado al arte y la tecnología, ha colocado a Linz en las rutas turísticas de Austria y es un referente mundial en este tipo de museos.

Visite también el museo del Castillo, al que se sube por la parte antigua de la ciudad y que ofrece excelentes vistas de Linz y del río Danubio en su camino a Viena.

La vida cotidiana en Linz gira en torno a la Landstrasse, la calle principal, que termina en la Plaza Central rodeada de antiguas casas de comerciantes en colores vivos. Allí puede comprar, en varias pastelerías, la famosa ‘linzer torte’ que se hace con la receta de torta más antigua del mundo. No muy lejos de esta calle principal, el museo Nórdico es recomendable para los interesados en conocer la historia de la ciudad desde la prehistoria.