La ciudad de Berlín cobrará a partir de enero un impuesto especial a los turistas que pernocten en hoteles de la capital alemana, con el que espera recaudar 25 millones de euros al año.
El impuesto, aprobado por el parlamento regional de la ciudad estado de Berlín, equivaldrá al 5% de la cuenta del hotel y quienes viajen por motivos de trabajo estarán eximidos del mismo.
Los mismos hoteles serán los encargados de cobrar el impuesto y luego trasladarlo al fisco.
La Asociación Alemana de Hoteleros (DEHOGA) ha anunciado que recurrirá la medida que, dice, amenaza con crear un monstruo burocrático.
La asociación está convencida de que la tasa presenta además problemas jurídicos y ha recordado que en otras ciudades, concretamente Binz, Treveris y Dortmund, los tribunales han bloqueado medidas similares.
Actualmente, sin embargo, hay varias ciudades alemanas, entre ellas Hamburgo, Bremen y Friburgo, que cobran un impuesto parecido al aprobado en Berlín.
En dos estados federados, Baviera y Sajonia-Anhalt, ha habido un rechazo generalizado del impuesto hotelero por parte del parlamento regional, en el primer caso, y del gobierno regional, en el segundo.