Uno de los principales atractivos de la ciudad brasileña de Manaos, capital del estado de Amazonas y una de las sedes de la Copa del Mundo 2014, es su gran riqueza de flora y fauna selvática. Aquí los visitantes encontrarán numerosos parques destinados a concientizar a lugareños y turistas sobre la importancia de preservar el medio ambiente y las especies en vías de extinción.

Uno de estos parques es el llamado Bosque de la Ciencia, un espacio inaugurado en 1995 en el que los visitantes pueden entrar en contacto con la naturaleza y ver animales en su hábitat natural.

El Bosque de la Ciencia se extiende en una superficie de 130.000 metros, los cuales están interconectados a través de senderos educativos donde hay información sobre la importancia del cuidado de la naturaleza.

Aquí el visitante podrá conocer también la llamada Casa de la Ciencia, donde se puede observar, por ejemplo, una gran colección de insectos invertebrados y la hoja dicotiledónea más grande encontrada en el planeta, la misma que tiene más de 3 metros de longitud y 1,5 metros de ancho.

El lago amazónico, por su parte, es uno de los espacios favoritos de quienes llegan a conocer el Bosque de la Ciencia, ya que aquí está permitido alimentar a las tortugas y peces que viven en él.

Pero sin lugar a dudas, las grandes estrellas de este mágico entorno natural son las nutrias que pueden alcanzar los 2,20 metros de longitud y los manatíes amazónicos. Estos últimos constituyen una especie en peligro de extinción y son protegidos a través de programas de investigación, rescate, rehabilitación y educación a la comunidad.