Un campesino chino y un propósito fuera de lo común: reparar un tramo de la Gran Muralla China. Tras trabajar arduamente por más de 5 años y gastar unos 5 millones de yuanes (US$800.000), Yang Yongfu consiguió su cometido.
Yongfu además convirtió el tramo que restauró, utilizando técnicas tradicionales de mampostería, en un sitio turístico “privatizado”. Hoy cobra una entrada de US$4 a los turistas que desean ingresar a la zona.
La gente pensaba que la renovación de la muralla era tarea del gobierno, dijo Yang, según reporta la agencia de noticias AFP. Me sorprendió el éxito que tuve. Pero esto también podría considerarse un acto de patriotismo, mencionó también el campesino, quien afirma que al inicio la gente pensaba que estaba loco.
Cabe mencionar que la Gran Muralla no es una construcción intacta. En algunos sectores está tan destruida que las estimaciones de su longitud total varían entre 9.000 y 21.000 kilómetros, dependiendo de si incluyen o no los sectores que faltan, explica AFP.