Un antiguo búnker nuclear secreto ubicado en República Checa y que habría sido utilizado por los soviéticos para almacenar ojivas atómicas se convertirá en agosto un museo dedicado a la carrera armamentista durante la Guerra Fría.

Según explica el director de la Fundación Cortina de Hierro, Vaclav Vitovec, en la desaparecida Checoslovaquia hubo hasta tres bunkers de este tipo, aunque este es el único que todavía existe.

El búnker, construido en 1960 en un sótano, está en un bosque cercano a Misov, un pueblo al sur Praga. La construcción está protegida por muros de hormigón y dos puertas de hierro, explica la página web de Globo.

De acuerdo a algunos historiadores, no se sabe a ciencia cierta si es que el lugar fue realmente usado para almacenar las ojivas, pero miembros de la Fundación Cortina de Hierro sostienen que de acuerdo a generales checos y soviéticos en retiro, este espacio sí se utilizó con ese fin.

De 60 a 131 cabezas nucleares se almacenan aquí, indica Vitovec.

En el nuevo museo los visitantes podrán ver pequeñas salas con restos de antiguos equipos, máscaras de gas, filtros de aire, así como fotos y documentos sobre la Guerra Fría.

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