Este enorme iglú deshabitado llama la atención en Alaska

Los lugares abandonados atraen muchos turistas por su misterio y su pasado. Pero lo que hace única a Igloo City es que, a diferencia de todas las demás lugares que en algún momento albergaron personas, esta ciudad nunca llegó a ser habitada.

Igloo City no solo está en la lejana Alaska, sino que no hay ninguna ciudad a más de 30 kilómetros a la redonda. A un lado de la carretera, el enorme iglú que serviría como hotel nunca llegó a abrir sus puertas. Al lado, una estación de gasolina tiene un letrero donde advierte a los conductores que está fuera de servicio.

 (Foto: mcgeez / Flickr bajo licencia de Creative Commons)

La construcción de Igloo City se inició en la década del 70 pero no llegó a alcanzar los estándares para la época. Al complicarse la tarea de derrumbar todo el trabajo ya avanzado, los encargados decidieron irse dejando atrás el edificio a merced de las inclemencias del clima de Alaska.

Ingresar a la edificación no es seguro pues el tiempo ha causado estragos en ella. Por fuera, el hormigón blanco ha ido perdiendo su brillo y por dentro se pueden ver las maderas que conforman el esqueleto de la construcción de cuatro pisos.

 (Foto: Jeremy Reding / Flickr bajo licencia de Creative Commons)

Y el peligro no solo está dentro del hotel. En el invierno, en Igloo City pueden llegar a caer hasta un metro y medio de nieve dificultando la movilidad. A eso hay que sumarle la cercanía al bosque y a los osos y lobos que viven en él. Se dice que los animales usan el edificio abandonado como guarida.

Aun así, Igloo City es una parada imperdible para todos quienes pasan por la carretera cercana.