Los perros de Chernóbil: un tour virtual por la zona de exclusión ucraniana

La plataforma Airbnb permite visitar el área donde ocurrió el desastre nuclear y conocer a los canes que la habitan.

En abril de 1986 sucedió el accidente de Chernóbil. Más de 100.000 personas abandonaron sus viviendas y mascotas. / Foto: Airbnb.

13/05/2020 21H20

Tras la explosión en la planta de energía nuclear de Chernóbil (1986), las personas ubicadas a 30 km a la redonda fueron evacuadas de inmediato. Las mascotas, sin embargo, no tuvieron la misma suerte. A muchas se las sacrificó; otras abandonaron sus hogares y caminaron hasta los exteriores de dicha planta. Hoy, es posible ver cómo viven los descendientes de esos perros, a través de los recorridos virtuales que ofrece Airbnb.

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El tour por las inmediaciones de la central nuclear, situado en la ciudad fantasma de Prípiat, dura una hora. La transmisión se hace vía Zoom con 10 personas como máximo. El guía (https://es.airbnb.com/) es Lucas Hixson, especialista en radiación y cofundador de Clean Futures, una institución estadounidense sin fines de lucro que apoya a los trabajadores de la planta de Chernóbil y a las comunidades afectadas. El costo: desde S/118 por persona (el monto depende del día y la hora elegida).

Acompaña a Lucas a alimentar a estos canes desamparados, mientras relata la historia del lugar. Luego, ingresarán al epicentro del accidente nuclear: la sala de control del reactor de la Unidad 4. Para ello, él se coloca un traje protector y guantes.

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El anfitrión responde todas las preguntas de los usuarios. Quizá la más común es: ¿la central funciona actualmente? Sí. Los más de 3.000 trabajadores controlan la radiación e investigan la contaminación nuclear en las distintas urbes.

A través de la web www.cleanfutures.org es posible adoptar a los perros de Chernóbil. Los aportes van desde US$15. / Foto: Airbnb.

SOBRE LOS CANES

Fuera de la planta nuclear habitan más de 250 perros. A ellos se suman más de 400 que viven en el resto de la zona de exclusión. Todos carecen de alimentos y de atención veterinaria. Algunos, incluso, padecen de rabia. Esta enfermedad les habría sido transmitida por los lobos que moran en el área.

Clean Futures existe desde el 2017. Brinda apoyo sanitario a los animales, así como ayuda económica a los trabajadores de la central con el fin de que provean comida a los perros. En tres años la ONG ha vacunado y esterilizado a más de 1.000 canes.