MARIANNE BLANCO
Suele suceder que cuando nos hablan muy bien de un lugar lo sobredimensionamos de tal manera que generamos enormes expectativas y al conocerlo nos decepciona. Sin embargo, me pasó todo lo contrario cuando visité Medellín: encontré mucho más de lo que esperaba. Es una ciudad verde, que te inyecta energía. Tiene un clima perfecto y sus habitantes, los ‘paisas’, son acogedores y alegres. Cuenta con excelentes medios de transporte, hoteles, museos, restaurantes, parques naturales y temáticos. Además, hay un factor que es fundamental para enamorarnos de esta ciudad y querer volver: la historia de sus últimos 25 años despierta nuestra admiración por este pueblo que a través de la cultura, de políticos comprometidos e inteligentes logró salir de la difícil y peligrosa situación en la que se encontraba para hacer de Medellín una de las ciudades más importantes y atractivas de Colombia y ahora catalogada como la más innovadora del mundo.
Medellín es llamada de muchas maneras: la Ciudad de la Eterna Primavera (sí, esta se repite en todos los países); la Capital de la Moda, la Ciudad de Botero, la Ciudad Cucharita de Plata (por su limpieza); la Ciudad de la Industria; la Capital de las Bellas Mujeres Sin duda, es exagerado pero demuestra lo mucho que sus habitantes la quieren y admiran.
La Ciudad de Botero se ubica a unos 1.600 m.s.n.m. Tiene una temperatura promedio anual de 24 grados centígrados y cuenta con un clima tropical húmedo de montaña. Medellín está ubicada en un valle y rodeada de montañas de un verde intenso. Hacia donde voltee el visitante tendrá vistas bellas y exuberantes.
Una de las cosas que más llamó mi atención es su eficiente sistema de transporte público y dicho sea de paso perfecto para el turista. Existe un Metro con dos líneas que recorre la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Fue inaugurado hace 17 años y generó lo que llaman con orgullo la “cultura metro”, gracias a la cual está tan bien cuidado que parece nuevo. Además tienen el Metro Cable, un sistema de transporte por medio de cable elevado único en el mundo. Este fue fundamental para el cambio de las ciudades periféricas de Medellín. El Metro Cable llega por ejemplo al barrio de Santo Domingo, uno de los más afectados por la violencia del narcotráfico en los 80, donde ni la policía podía entrar. Construyeron allí el Parque Biblioteca España, inaugurado hace pocos años, para brindar igualdad de oportunidades de desarrollo social y cultural a esta población tan herida. Hoy los turistas se pasean tranquilamente por sus callecitas empinadas, coloridas y estrechas sin peligro.
RECORRIDOS IMPERDIBLES Si va en familia, preste atención a los siguientes puntos recomendados a continuación.
El Acuario Parque Explora es el más grande de Sudamérica. Alberga más de 4.000 organismos vivos y 400 especies de las cuencas colombianas. Es un parque interactivo de ciencia y tecnología que incluye un acuario y un planetario.
Cuenta con sala de cine 3D, una sala digital para que los chicos experimenten creando imágenes, sonidos y movimientos. Una sala dedicada a la mente, una de física, una sala infantil, un vivario con reptiles, anfibios y artrópodos y otras especies. Presentando su ticket de entrada al parque Explora puede ingresar luego al Planetario pagando una entrada más económica. En el domo del Planetario hay funciones cada hora. Además están las salas Tierra y Espacio y hay siempre actividades.
Si lo suyo son las plantas, tiene que visitar el hermoso jardín botánico Joaquín Antonio, el parque más antiguo e importante de Medellín y alberga un precioso orquideorama, pues las orquídeas reinan en este lugar. Dentro hay un excelente restaurante para almorzar. Además visite el Museo del Agua, el más nuevo de la ciudad, un espacio interactivo, moderno y fascinante.
Para estar más en contacto con la naturaleza, el lugar es el Parque Arví Santa Elena, una reserva a la que se llega a través del Metro Cable Arví (línea K) que sale de Santo Domingo y recorre 14 minutos sobre las montañas. En este parque regional ecoturístico de 1.761 hectáreas puede hacer caminatas, pedir bicicletas para pasear. Hay un mercadito con productos locales, un excelente hotel y restaurantes.
En cuestión de museos, el más visitado es el Museo de Antioquia, pues guarda una importante colección del maestro Fernando Botero, quien nació aquí. A pesar de que el artista ‘paisa’ no vive en su tierra desde muy joven, ha donado cientos de obras para este museo así como para adornar el parque y la plaza que llevan su nombre.
Un museo que encantará a los chicos es el Castillo de Medellín, un hermoso edificio de estilo gótico medieval con jardines franceses y una historia trágica que los enternecerá. Está ubicado en uno de los barrios más bellos de la ciudad, El Poblado, donde también está ubicada la nueva Zona Rosa que debe visitar pues hay buenos restaurantes, bares y cafés.
Para refrescarse, no deje de tomar el clásico jugo de lulo: la lulada; así como el guarapo de caña, sabroso extracto de caña de azúcar con jugo de naranja o limón. Para comer, no podrá escapar de las arepas, que las hay de varios tipos. Finalmente, prepárese para comer la opípara y rica bandeja paisa mientras planea su retorno a esta bella tierra.