Los actos y ritos de la primera Semana Santa oficiada por el nuevo papa Francisco ha provocado un aumento en la llegada de visitantes a Roma, sobre todo de Latinoamérica y los Estados Unidos, que ha elevado la tasa de ocupación hotelera hasta el 83 %, según dijo la federación sindical Federalberghi Roma .

Las calles de la ciudad del Tíber se han llenado durante esta Semana Santa de hispanohablantes, mayoritariamente procedentes de países como Argentina o Chile atraídos por la figura del papa Bergoglio.

Al contrario que el resto del país, la Ciudad Eterna experimentó durante la Pascua italiana, un aumento considerable en comparación con el año anterior, algo que según explicó Giuseppe Roscioli, presidente de Federalberhi, se ha debido a la presencia de un nuevo papa argentino.

Tradicionalmente la Semana Santa romana atrae mucho turismo pero este año se ha notado un incremento importante sobre todo en sus días centrales, a pesar del mal tiempo, algo que por supuesto se debe al contexto excepcional que ha vivido Roma en las últimas semanas y la elección del nuevo papa Francisco, explicó Roscioli.

EL EFECTO FRANCISCO La crisis, según Giuseppe Roscioli, ha producido que los turistas que han llegado a Roma durante la Semana Santa provengan de la periferia, de países como China, Japón, Estados Unidos o Latinoamérica, sobre todo de Argentina, Brasil o Chile mientras que los europeos y, más concretamente los italianos, se han movido menos.

La Pascua es una estación alta desde el punto de vista turístico para toda Italia pero es innegable que la curiosidad y el entusiasmo que ha provocado el papa Francisco ha contribuido a que las pernoctaciones en la ciudad eterna se sitúen cerca del 85 %, aclaró Roscioli.

El presidente sindical de Federalberghi se quejó, además, de que la figura del papa no es suficiente y que es imprescindible fomentar el turismo en Roma, algo que, según él, no se está haciendo.