RAÚL ALARCÓN
Tras recorrer sus estrechas calles empedradas y sus modernas plantas aeronáuticas, no deja de sorprendernos la manera en que Toulouse ha sabido fusionar un rico legado histórico con complejos que están a la vanguardia mundial.
Conocida como la Ciudad Rosa, debido a las tonalidades que reflejan el ladrillo de sus edificaciones al entrar en contacto con la luz solar, la capital de los Midi Pyrénées (la región más extensa del país), tiene como centro neurálgico su fastuoso Capitolio. Este edificio, que data del siglo XVIII, es sede del ayuntamiento y cuenta con impresionantes pinturas y murales.
En el exterior de este recinto tiene lugar los fines de semana una feria agropecuaria en la que se encuentra todo tipo de productos del sur de Francia. Y si gustas de productos como el foie gras o los quesos te recomendamos visitar, a pocos pasos, el mercado Víctor Hugo, el cual cuenta con productos de primera y restaurantes en los que se puede almorzar.
Caminando por la Rue du Taur, desde el Capitalio, se llega a la imponente basílica Saint-Sernin, la cual posee una bella cúpula de estilo románico e impresionantes naves en su interior. Esta iglesia, junto a la Daurade (con su Virgen Negra) y el H Ô tel-Dieu Saint Jaques, en el que se acogían a los feligreses, forman parte del camino de Santiago de Compostela.
Otros puntos imperdibles son el Convento de los Jacobinos, con sus bellos jardines con arcos de la Edad Media, así como el Museo de Toulouse, en el que se hace un repaso de la relación entre el hombre y la naturaleza desde los inicios de la humanidad.
LA OTRA CARA Toulouse también es reconocida por ser la capital de la aeronáutica, en la que vivió el célebre piloto y autor de El principito, Antoine de Saint-Exúpery.
En la ciudad también encontrarás la planta de Airbus 380, la cual se puede visitar para apreciar cómo se ensambla uno de los aviones más modernos del planeta.
Otro punto emblemático es la Ciudad del Espacio, parque en el que se exhibe el cohete Ariane V y en el que se puede visitar un planetario y subirse a simuladores.
Si llegas a Toulouse no puedes irte sin pasear por el Canal du Midi y probar el sabroso cassoulet (plato hecho en base a frejol, pato y salchicha) el cual puede acompañar con un Armagnac en restaurantes como Le Bibent o Les Caves de la Maréchale.