El ceramista Mamerto Sánchez estará en la feria Rural Maki, del 13 al 22 de diciembre, en el Ministerio de Cultura. (Foto: Renzo Salazar)
El ceramista Mamerto Sánchez estará en la feria Rural Maki, del 13 al 22 de diciembre, en el Ministerio de Cultura. (Foto: Renzo Salazar)
/ Renzo Salazar
Rosa Aguilar

Es innegable que la región es tierra de artistas. El pasado 31 de octubre fue reconocida por la Unesco como parte de su Red de Ciudades Creativas en el mundo, en la categoría Artesanía y Arte Popular. En las siguientes líneas, verás por qué le hace honor a su título.

LOS MAESTROS ARTESANOS

A una hora de la capital, en el tranquilo distrito de Quinua, un arco de piedra coronado por personajes religiosos nos da la bienvenida al taller de Mamerto Sánchez, ceramista con más de 60 años de experiencia. Santos, iglesias, toritos y la solemne Virgen de Cocharcas figuran entre las piezas de arcilla y tierra blanca que hace a mano. Los tonos cálidos y ocres de las rocas extraídas como materia prima son el sello de su trabajo.

Por otro lado, la piedra de, una especie de alabastro que proviene de las canteras de Chacolla y de las afueras de Huanta, es uno de los tesoros de la región. El artista Jhonny Romaní la esculpe a la perfección con un cincel y le da un sinfín de formas: nacimientos, ángeles, caballos, rostros y todo lo que puedas imaginar. Su taller está en el centro poblado de Mollepata, a 5 km del centro de la ciudad de Ayacucho.

La piedra de Huamanga (blanca) también tiene tonos naranjas y grises. (Foto: Renzo Salazar)
La piedra de Huamanga (blanca) también tiene tonos naranjas y grises. (Foto: Renzo Salazar)
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¿Alguien dijo retablo? Este tipo de arte popular no podía faltar en nuestra agenda. En la Casa Museo Joaquín López Antay exploramos los antecedentes de estas obras de madera con motivos costumbristas y religiosos, y al creador de este Patrimonio Cultural de la Nación (junio, 2019). La nieta del reconocido retablista, Patricia Mendoza López, nos cuenta cómo los típicos cajones de San Marcos, propios de la etapa colonial, se convirtieron en piezas con detalles florales y llenas de color. ¿La dirección? Jirón Cusco 424, a dos cuadras de la Plaza de Armas de Ayacucho.

Por último, en el barrio de Pilacucho (a 10 minutos del centro de la urbe), se encuentra Manos Canelas. Se trata de una asociación de madres dedicadas al bordado. Gladys Palomino, la líder del equipo, enseña a seleccionar la fibra de ovino y alpaca; a teñir naturalmente con hojas de aliso, molle y nogal; a tejer a telar y a bordar a mano. Definitivamente, una experiencia para admirar el talento de las mujeres huamanguinas.

Las ayacuchanas que laboran en Manos Canelas han sufrido violencia familiar. (Foto: Renzo Salazar)
Las ayacuchanas que laboran en Manos Canelas han sufrido violencia familiar. (Foto: Renzo Salazar)
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MÚSICA QUE HIPNOTIZA

Escuchar cómo llora la guitarra tradicional ayacuchana nos deja sin palabras. Y resulta más conmovedor si quien la toca (con mucho sentimiento) es una intérprete de 13 años. Perlita León ha compartido escenario con el tenor Juan Diego Flórez (2017). Otra grata sorpresa fue , una joven que canta pop, hip hop y trap en quechua. La pasión que trasmite es única, así como el mensaje de empoderamiento de la mujer en sus canciones.

Perlita León, artista de 13 años, es promotora y gestora del Festival de la Guitarra Peruana en Ayacucho.(Foto: Renzo Salazar)
Perlita León, artista de 13 años, es promotora y gestora del Festival de la Guitarra Peruana en Ayacucho.(Foto: Renzo Salazar)
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¡A COMER SE HA DICHO!

Su gastronomía es exquisita. En Quinua está Casa Flomir, la hacienda y restaurante donde podrás degustar la clásica puca picante (guiso de papa y ají panca) con cuy frito (S/20). En la provincia de Huanta, a una hora de la capital, se halla Don Félix. Allí ordena el mixto 1: medio cuy frito y chicharrones de trucha y chancho (S/46). Otro espacio es Vía Vía, situado frente a la plaza de Ayacucho. El plato obligatorio: saltado de alpaca con papas nativas doradas (S/29). Finalmente, el restaurante Sol y Luna se encuentra en Vilcashuamán, a dos horas de la capital ayacuchana. Pide el costillar de res (S/15) o el cuy chactado (entero: S/36) y una jarra de chicha de jora (S/7).

En Casa Flomir ofrecen tecte de chuño o quinua con cuy frito por S/20.(Foto: Renzo Salazar)
En Casa Flomir ofrecen tecte de chuño o quinua con cuy frito por S/20.(Foto: Renzo Salazar)
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Guía del viajero

¿Cómo llegar?

Vuela a Ayacucho desde US$45 con Sky Airline o desde US$56 vía Latam. ¿Vas por tierra? Movilbus te lleva desde S/29 por tramo; Tepsa, desde S/65.

¿Dónde alojarte?

A solo tres cuadras de la Plaza de Armas se ubica el hotel Altipacha, un lugar moderno con toques andinos. Sus habitaciones simples van desde S/170 (sin IGV) e incluyen desayuno bufete o a la carta. Otra alternativa es la hacienda Casa Flomir, en el distrito de Quinua. Una cabaña para cuatro personas con cocina, sala y desayunador cuesta S/400 por noche. La habitación doble, en cambio, está a S/250. Cualquiera incluye desayuno y coctel de bienvenida.

(Foto: Renzo Salazar)
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Las actividades

ofrece un fullday en Vilcashuamán. Recorrerás la ciudad arqueológica homónima y el complejo arqueológico de Pumaccocha. Vale S/80 y cubre boletos, traslados y guía. Visita el taller de Manos Canelas en la avenida Gran Chimú Mz. H, Lote 12 A, Pilacucho, en la ciudad de Ayacucho.

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