Conoce más sobre la celebración Sondor Raymi en Andahuaylas

Miguel Ángel Farfán

A menos de 20 km de Andahuaylas y a 3.000 m.s.n.m., cientos de personas esperan que un hombre emerja de la laguna Pacucha. El hombre es Ulcar Palomino, quien representa a Usco Uillca, padre de la cultura chanca. Es 14 de junio y, como cada año, se realizará el Sondor Raymi: una representación con más de 300 actores en dos escenarios y que terminará con un concierto del grupo Antología y el vuelo de parapentes en el cielo.

La historia es esta: al igual que en la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, se cree que Usco Uillca y Cusi Coyllur son hijos del agua. El guerrero tiró su huaraca hacia los cuatro puntos cardinales —los suyos— y de allí provinieron sus pobladores. En tres horas se cuentan más de 200 años de historia. La cultura chanca floreció entre 1200 y 1438. En la última escena, es Anco Ayllu el líder chanca quien prepara a sus soldados para enfrentarse a los incas.

UN DESTINO POR DESCUBRIR

La fiesta, dice Carlos Salcedo, representante de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo, se realiza desde hace 17 años. Es el principal atractivo turístico de Andahuaylas, por el valor histórico y el paisaje: la laguna tiene más de siete hectáreas cuadradas y la explanada, unas 20. La provincia también cuenta con las aguas termales de Hualachi, el complejo arqueológico de Curamba y el bosque de piedras de Pampachiri, entre otros lugares.

Y si bien junio es buena época porque no hay lluvias y se celebra el Sondor Raymi, Emmanuel Gómez, arqueólogo y director del Museo Municipal, dice que los últimos días de diciembre y los primeros de enero también son apropiados, porque se realiza una fiesta de cinco días en el distrito de Talavera, a menos de veinte kilómetros de la ciudad. Hay yunzas y bailes de los negritos.

Gómez afirma que hay pueblos cercanos que mantienen sus costumbres y que se pueden visitar desde abril, como Huancaray, San Antonio de Cachi, Chiara y Turpo. Hay combis y el viaje demora entre una hora y tres.  

En la propia ciudad, uno debe visitar la tumba y estatua de José María Arguedas, el templo de San Pedro, hecho con sillar, que tiene quinientos años de historia y la feria dominical, con más de 3.000 puestos, en la orilla del río Chumbao, donde se pueden comprar productos oriundos.

La vida apacible de provincia es otro motivo para ir a Andahuaylas. Una de las misiones de la Dircetur y Prom-Perú es que se difundan más las bondades de esa localidad. Porque llegar es realmente sencillo.

GUÍA DEL VIAJERO

Vía aérea: LC cubre la ruta Lima - Andahuaylas. El viaje demora una hora y requiere un presupuesto de entre US$130 y US$220.

Vía terrestre: de Lima hacia Andahuaylas por carretera toma en promedio 13 horas si se va por Ayacucho. Tepsa, Cruz del Sur, Cial hacen la ruta hasta Ayacucho. De allí, se recorren 165 kilómetros hacia Andahuaylas (cinco horas en bus; cuatro en una van). Desde S/.80.

Comida: En Andahuaylas se pueden disfrutar los chicharrones de cerdo, cuy chactado, tallarines artesanales, diversos platos con papas nativas, quinua, habas y frutas como el níspero, la tuna y la lúcuma. El restaurante El Puma de Piedra es uno de los más destacados. Hay representaciones de tunadas y bailes de tijeras en las fiestas, los fines de semana o cuando un grupo lo requiera.

Hospedajes: Por ahora, solo se encuentran hoteles de tres estrellas en Andahuaylas. Uno de ellos es La Mansión. Cuenta con tres pisos de habitaciones espaciosas con agua caliente y cable.