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Redacción EC

Aunque muchas prefieren viajar con la pareja o los amigos, un escape por tu propia cuenta no tendría por qué ser una experiencia aburrida o poco atractiva. Tomando en cuenta las debidas de seguridad, sin duda, podría ser una aventura que marcará tu vida.


Una de las principales razones para que emprendas un viaje sola es por la oportunidad de conocer nuevas culturas y tener más confianza en ti. Además, podrás conocer una serie de cualidades que, quizás, tenías escondidas, y que aflorarán en los momentos impensados.

Conoce diez buena razones que te animarán a realizar un viaje sola.

-Adquieres independencia. Cuando viajas sola, eres totalmente responsable por ti misma. No están la pareja, los hermanos o los amigos. Tienes que buscar a tientas a través de un idioma extranjero si no lo dominas, averiguar dónde comer y dónde vivir, entre otras cosas. En conclusión: tienes total independencia. 

-Sales de tu zona de confort. ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en la misma ciudad? Residir en un solo lugar puede terminar siendo aburrido. Anímate a visitar otra provincia, localidad o pueblito, dentro o fuera del país, para contrarrestar eso. Recuerda que tu ciudad es un destino turístico para otros, así que sal y conoce el mundo.

-Sientes más confianza en ti. La carencia de confianza en ti misma puede llegar a paralizar tu vida y verse reflejada en tu estado de ánimo. Al viajar sola, estarás a cargo y decidirás que ver o hacer. No tienes que preocuparte por complacer a nadie ni arriesgar tus propios planes. La confianza que se gana... no tiene precio. 

-Superas un mal momento. Cuando se produce un evento drástico en nuestras vidas, podemos estancarnos o caer en depresión. Un viaje a un destino lejano o una excursión de fin de semana puede resultar en una verdadera catarsis. ¿Por qué? Pues el proceso de "curación" puede empezar cuando pasas un tiempo a solas, lejos de todos.

-Aprendes habilidades de negociación. Cada centavo vale oro en un viaje en solitario. Si no sabes cómo tratar con algunos vendedores ambulantes o minoristas, la necesidad te hará aprender... y rápido. No te preocupes si vas tropezando con las primeras negociaciones, porque mejorarás con cada transacción. 

-Conoces nuevas culturas. Conocer a la gente y su historia ampliará tu visión de la vida. No es necesario que recorras largas distancias para encontrar culturas diferentes a la tuya, pero entender una nueva podría abrirte los ojos ante numerosas posibilidades de vivir mejor y con mayor sencillez. 

-Experimentas la bondad de los extraños. Te sorprenderás al ver que, según el destino elegido, la gente suele mostrarse muy amable con los turistas. Sobre todo con aquellos que viajan solos. Así que si alguien te pregunta si necesitas ayuda, responde con una sonrisa y agradece el gesto. Una actitud positiva y agradecida te llevará lejos.

-Descubres cosas sobre ti que no sabías. Viajar sola te dará la oportunidad de pasar tiempo contigo misma y descubrirás que eres más segura de lo que pensabas. Verás que puedes manejarte bajo presión y resolver rápido cualquier eventualidad.

-Ahorras dinero. Cuando viajas por tu cuenta, solo tienes que preocuparte de ti misma. Por ejemplo, puedes alquilar una bicicleta en lugar de gastar en taxis. O mejor aún, podrás caminar, con lo que conocerás a tu modo los nuevos lugares y su gente. En fin, un sinnúmero de posibilidades. ¿Lo mejor de todo? Pues podrías ahorrar lo suficiente para un próximo viaje.

-Puedes encontrar el amor. Cuando viajas sola, es más sencillo que alguien se atreva a acercarse para conversar contigo. A veces, al estar rodeada de amigos, esta persona podría sentirse intimidada o algo corta como para interrumpirte. En solitario, te mostrarás abierta a conocer gente nueva y quizás... al verdadero amor.

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