RENÉ ZUBIETA @renezp
Un lugar detenido en el tiempo para revivir la historia. Así parece ser el distrito de Lampa, en la provincia del mismo nombre en Puno. Tranquilidad y paz es lo que se siente cuando uno camina por sus angostas calles o se sienta en una de las bancas de sus plazas.
Ubicada a 30 minutos de Juliaca o una hora de Puno, Lampa es conocida como la “ciudad rosada” por el color de sus antiguas casas de adobe y sillar, y sus tejas en los techos. Sus construcciones dan testimonio de una herencia arquitectónica colonial, pues el pueblo se creó tras la llegada de los españoles allá por 1540 y el inicio de la explotación minera en la zona de cordillera.
Las manifestaciones culturales prehispánicas también se aprecian en el jirón Alfonso Ugarte, un apacible paseo peatonal con luminarias y bancas que presenta esculturas de personajes típicos y autóctonos de la provincia, como los ayarachis. Justamente, durante la visita que realizamos, pobladores del distrito de Palca representaron esta danza indígena fúnebre portando entre su colorida indumentaria sombreros en los que destacaba un tocado de plumas.
Pero la enigmática Lampa es mucho más, tiene más maravillas que mostrar e historias que contar.
EL TEMPLO, SU OSARIO Y CATACUMBAS Entre las plazas Bolognesi (la principal) y Grau se encuentra el monumental e imponente templo jesuita Santiago Apóstol, construido inicialmente de adobe en el siglo XVII, pero luego reestructurado con rocas. Al realizar un ceremonial viaje al interior, resaltan su altar con ornamentos de plata; en la parte del coro, un órgano de madera y latón traído de Bélgica en 1620; luego una escultura de la virgen de Chiquinquirá, un Cristo crucificado hecho a base de cuero de vaca y además articulado, y cuadros de la escuela cusqueña representando la vida de Jesús y del apóstol San Pablo.
Pero otra grata y emocionante experiencia se vive debajo del templo al caminar por las catacumbas. Las leyenda local cuenta que algunos de los pasajes bloqueados conducen a la mina de oro más rica de Lampa e incluso hacia Cusco y Arequipa.
En parte de este espacio que guarda muchas historias de vida y misterios se ubica un impresionante mausoleo que conserva en su base, muros y cúpula cráneos y huesos milimétricamente ordenados. El osario que ahora parece una fúnebre obra de arte fue inicialmente construido con sillar rosado, pero se restauró en 1960 para luego ostentar su actual apariencia. Se trata de restos de obispos, sacerdotes y más de mil personas importantes de la zona, como Enrique Torres Belón, notable ingeniero de minas lampeño que fue diputado y senador por Puno.
Sobre la parte superior de la bóveda de huesos brilla una copia de La Piedad, del artista renacentista Miguel Ángel, elaborada en aluminio. Pero la más notable réplica de la famosa escultura –cuyo original está en la Basílica de San Pedro en el Vaticano- fue hecha con yeso cristalino y se encuentra frente al templo, en la municipalidad provincial, también de llamativa arquitectura exterior.
ACOGEDORA CASONA Frente a la plaza de armas de Lampa y a lo largo de poco más de una cuadra se aprecia la casona de la familia Frisancho, parte de una antigua hacienda que se convierte en otro claro ejemplo de lo que fue la colonia. Este lugar principalmente de adobe y de unos 350 años de antigüedad fue restaurado hace cuatro años, brindando ahora acogida a visitantes previa coordinación.
Sus espacios son muy acogedores y reconfortantes, guardan esa peculiaridad y detalles de lugar antiguo que le dan al solar un toque especial para ser más interesante y llamativo. Con solo abrir la ventana de sus habitaciones en las primeras horas de la mañana –e incluso desde la madrugada- se aprecia el espectáculo del sol iluminando los rincones de este inmueble y su patio.
PUNTO DE PARTIDA El actual dueño de la casona es Óscar Frisancho, presidente del Patronato de Lampa, un entusiasta empresario lampeño abocado a promover el desarrollo turístico de su tierra. Él ve con optimismo la culminación del asfaltado de la carretera Cara Cara – Lampa y las obras de la vía hacia Cabanillas, pues permitirán facilitar el acceso al circuito cordillerano de Puno. Justamente, Lampa es el punto de partida en el circuito cordillerano.
A juicio de Frisancho, con esas vías, los turistas que vienen de Cusco y Arequipa con dirección a Puno para conocer el Titicaca podrán tener a Lampa como primer golpe de vista. Coincide con el alcalde de Lampa, José Hañari Monzón, en resaltar también que esa infraestructura conllevará a la instalación de más servicios para los visitantes.
Finalmente, para el titular de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo, Manuel Quiñones León, el mensaje es claro:
“Lampa es un producto que lo teníamos reservado inconsciente o conscientemente. Pero ahora es el momento que se presenta la oportunidad para un despegue. Y eso va a contribuir para tener un atractivo turístico importante que contribuirá a la permanencia de los turistas por un día más […] Creo que del 100% de personas que visitaron Lampa, ninguno ha quedado insatisfecho. Todos han salido contentos y con muy buenos comentarios. Y eso garantiza la sostenibilidad de este nuevo circuito turístico”.