RALPH ZAPATA RUIZ

Quienes han estudiado Ñaupa Iglesia dicen que es único en su género, que era un templo ceremonial donde los incas ofrecían pagos a la tierra, a los apus, al Sol y a la Luna. Quienes conocen el sitio saben de su energía positiva, que proviene de los astros.

Este centro ceremonial, ubicado en la zona de Ollantaytambo, se pondrá en valor este año y será promocionado con fuerza por la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo del Cusco. Porque vale la pena visitarlo.

Para conocerlo, hay que caminar. Se parte del Cusco hacia Urubamba, donde se toma un colectivo hacia Pachar, una comunidad de gente amable y sonriente. Desde aquí se puede ir en bus, a 20 minutos, o caminar y observar los exóticos paisajes del Valle Sagrado, un lugar de culto para los incas. La caminata demora una hora.

Lo primero que el viajero observa es un conjunto de andenes que forman parte del conjunto arquitectónico de Ñaupa Iglesia. Sirvieron, en el Intermedio Tardío (época inca), para cultivar maíz, papa y otras plantas que nuestros antepasados ofrecieron a sus divinidades, para mejorar las cosechas.

CENTRO CEREMONIAL Ñaupa Iglesia Choqella, que significa “el viejo templo donde brilla el oro”, fue un sitio ceremonial-religioso para los incas, según la arqueóloga Nicolasa Arredonda Dueñas, una estudiosa del lugar desde el 2009.

Para ella, el lugar fue un templo de los incas y una fortaleza que los conectaba con Pisac, por el lado sur, y con Ollantaytambo y la ciudadela de Machu Picchu, por la zona norte.

“Esta fortaleza religiosa inca es única en su género, por su construcción, por sus detalles y su ubicación. Sirvió en la época inca para hacer pagos a la tierra y como centro de conquista del valle de Huarocondo. Conectaba con Pisac, Ollantaytambo y Machu Picchu. Era paso obligado de adoración”, contó la funcionaria de la Dirección Regional de Cultura del Cusco.

Después de los andenes, altísimos y un poco devastados, se ingresa hacia una montaña de forma trapezoidal, donde sobresalen el templo principal y un conjunto de ventanas rocosas. El templo principal se ubica en la parte alta, es una huaca (templo o adoratorio sagrado), de formación natural de roca volcánica, que comprende un área de 36 m2, de forma trapezoidal. Se observa allí una roca basáltica, labrada con motivos ornamentales del signo escalonado de doble jamba. Y una chacana, símbolo inca que representaba su cosmovisión.

Las ventanas rocosas se ubican al lado izquierdo del templo o adoratorio. Miden 7 metros de largo y un metro de ancho. En el paramento se aprecian hornacinas y huayranas trapezoidales y de doble jamba, alternados en todo el espacio de la estructura, con evidencias de revoque o en barro, enlucidos de arcilla roja muy fina.

PUESTA EN VALOR Aunque Arredondo comentó que el lugar dejó de ser investigado en el 2009 debido a los constantes deslizamientos en la zona, considera que aún hay muchos descubrimientos por conocer.

“Hay que hacer estudios geofísicos y trabajos de prevención para evitar derrumbes de rocas. Luego, se debe seguir investigando porque, según los cronistas, debajo del lugar hay escalones que conducen a una zona tallada con leones y felinos. Hay muchísimo por descubrir aún”, dijo.

Mientras tanto, funcionarios de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) adelantaron a El Comercio que este año la entidad promocionará los atractivos turísticos de las 13 provincias del Cusco. “Hemos empezado con Espinar, pero en febrero nos toca Ollantaytambo y Urubamba, todo el Valle Sagrado”, comentaron.

TURISMO MÍSTICO LUGAR DE RITUALES Ñaupa Iglesia Choqella es impresionante, ideal para quienes buscan turismo religioso, o quienes quieren casarse con las costumbres andinas, con pagos a la tierra. “En el 2009 vinieron varias astrólogas a hacer rituales aquí, y cientos de turistas que buscan nuevas energías, y estar en contacto con el cosmos”, dijo la arqueóloga Nicolasa Arredondo Dueñas. Por eso vale la pena invertir en su puesta en valor. La idea es descongestionar las visitas a Machu Picchu.