RENÉ ZUBIETA @renezp Redacción online

Un equipo de doce peruanos, entre ellos biólogos marinos y científicos, participa en la elaboración de lo que sería el catálogo más importante sobre las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en la parte suroriental del océano Pacífico.

Se trata de un proyecto regional de fotoidentificación fomentado por el investigador chileno Jorge Acevedo, del Centro de Estudios del Cuaternario de Fuego-Patagonia y Antártico, que es financiado por el Instituto Antártico de Chile.

La representación peruana está a cargo de la empresa de ecoturismo Pacífico Adventures, cuyos integrantes aportan desde el año pasado con datos recopilados durante los últimos cinco años. También participan en la iniciativa organizaciones de Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Chile y la Península Antártica con sus propios catálogos para así tener uno solo.

En la costa norte del Perú se ha logrado identificar a 212 ballenas, lo que hace a este catálogo el más importante financiado por el ecoturismo. Pero a nivel regional, desde la Antártida y Chile hasta Costa Rica, se han identificado 4.480.

Belén Alcorta Dulanto, directora de Pacífico Adventures, comentó a elcomercio.pe que la zona de investigación en el Perú es en la costa norte y que los estudios se financian con los tours. Los avistamientos y recorridos con turistas se hacen en el mar de Piura, saliendo desde el muelle de Los Órganos, en Talara. Para esto, se siguen algunos lineamientos, por ejemplo la distancia, para realizar la observación de forma responsable y no afectar a las ballenas.

ZONA DE REPRODUCCIÓN El proceso consiste en salir con los tours de julio a octubre –que es el período en el que se avistan a los cetáceos- y se captan fotos de la parte interior de la cola, cuyos distintos rasgos permiten obtener patrones para la identificación (es como la huella dactilar en el caso de los humanos). Además, se determina la hora de la vista, ubicación, se describe el comportamiento, qué tipo de grupo es y más información que se almacena.

La importancia del estudio, señala Alcorta Dulanto, es entender las interacciones entre las ballenas, conocer más sobre el sexo, el tamaño de población, conectividad, entre otros aspectos biológicos.

“Son migratorias. El Perú es el límite sur del área de reproducción de las ballenas jorobadas. Esto lo hemos constatado a través de los estudios. Es una zona de reproducción de esta especie (también se ven nacimientos). Llegan y se estacionan durante esos meses. Es zona de reproducción, de cortejo. Luego de esa temporada de invierno, emprenden nuevamente la migración hacia el sur”, detalló.

NECESIDAD DE CONSERVACIÓN La especialista en ecoturismo señaló que la realización del estudio trae a colación que los cetáceos son vulnerables, por lo que resaltó la necesidad de una zona de conservación o creación de una zona marina protegida a favor del ecosistema y la fauna.

“Estamos descubriendo y constatando que el norte peruano es por naturaleza un santuario natural de cetáceos. La variedad que puedes encontrar ahí es inédita”, consideró. Al respecto, recordó que hace cuatro años registraron a una ballena muerta que previamente había quedado atrapada en una red de pesca.

Un aspecto positivo en esta búsqueda, según destacó, es la participación de pescadores de la zona, que han visto en el ecoturismo y el avistamiento de ballenas una alternativa laboral. Y es que la misión es usar el turismo como una herramienta para la conservación.

PERÚ CONTRA LA CAZA DE BALLENAS Las aguas antárticas fueron escenario durante casi todo el siglo XX de la caza de ballenas, lo que también se realizó en la costa peruana.

En 1946, el Perú suscribió en Washington, Estados Unidos, la Convención internacional para la regulación de la caza de ballenas, que derivó luego en la Comisión Ballenera Internacional. La norma ratificada en 1976 por nuestro país plantea no cazar ballenas por razones comerciales, pero algunos países como Japón realizan la caza por motivos científicos.

En junio del 2001 se publicó el Decreto Supremo Nº 026-2001-PE, que ordena el mantenimiento de la prohibición de caza de ballenas de distintas especies en el dominio marítimo peruano, entre ellas la ballena jorobada. Asimismo, el Perú está suscrito a otros convenios internacionales sobre la conservación de cetáceos.