RUDY JORDÁN ESPEJO
Estoy parado en un campo donde el 26 de mayo de 1880 murieron muchos peruanos durante la Batalla del Alto de la Alianza, héroes que pelearon sin municiones y sin refuerzos ante un ejército chileno superior en número y organización.
Sobre ese cementerio de compatriotas hoy juegan decenas de niños de primaria con la inocencia de quien no sabe lo que ha ocurrido aquí.
Conozco a Bolognesi, dice un niño. “Me gusta el museo”, dice otro. “A mí los cañones”, espeta el más pequeño.
“Al Campo de la Alianza vienen escolares para no olvidar lo que ocurrió, para inculcarles el amor hacia Tacna y al Perú”, afirma Martín Sierra, guía de turismo del Campo de la Alianza.
En homenaje a ellos se erige un monumento llamado el Alto de la Alianza, donde se resume la historia de Tacna en figuras como el Despertar de la Patria, la herencia del Patriotismo, la Decisión del Honor, la Inmolación, el Indómito pueblo de Tacna y Arequipa, el Retorno y la Patria.