“Hay lugares imperdibles y una gastronomía brutal”
“Hay lugares imperdibles y una gastronomía brutal”

"Lo que me gusta de Madrid es que disfrutas de una experiencia de primer mundo por el orden, respeto, contacto con la historia y su familiaridad con Latinoamérica. Hay miles de lugares imperdibles: museos, plazas, librerías, pero sobre todo, El Parque del Retiro. Como en Perú no hay un lugar que sea a la vez público, libre, seguro, señalizado e implementado con servicios, pasear aquí les encantará. Madrid también tiene una gastronomía brutal, aunque prefiero lo simple: patatas bravas y huevos estrellados. Para tomar, un tinto de verano en alguna terraza. Alójense en un lugar céntrico. En la calle La Gran Vía está ´Mucho Madrid´, un sitio bueno, bonito y barato. El clima ideal aquí es entre setiembre y octubre".

Estoy viviendo en Madrid desde hace un tiempo y no se me ocurre ahora mismo recomendar viajar a otra ciudad que no sea esta.

Lo que llama la atención de este destino es que permite a cualquiera disfrutar de una experiencia de primer mundo en cuanto a orden, funcionamiento, respeto, contacto genuino con la historia y mucha familiaridad con Latinoamérica.

Hay miles de lugares imperdibles para visitar, que incluyen principalmente museos, plazas y librerías, pero sobre todo, hacer una caminata por El Parque del Retiro, es algo que hay que vivir.  Como en el Perú no tenemos un solo lugar que sea  a la vez público, gratuito, seguro, señalizado e implementado con servicios, recomiendo pasar una mañana o una tarde en El Retiro, descansando, conversando, respirando.

Madrid también tiene una oferta gastronómica brutal. Sin embargo, no me quedo con los potajes sofisticados, prefiero la comida del día a día: las patatas bravas, los pinchos, los jamones y los huevos estrellados. Tienen que probarlos. Para tomar, un tinto de verano en alguna terraza.

Si piensan quedarse por algunos días, aconsejo buscar un hotel que esté en el centro. En una de las calles principales que es La Gran Vía, hay un sitio triple B: bueno, bonito y barato, que se llama Mucho Madrid.

Vengan en setiembre u octubre: ya no hace tanto calor y recién empieza algo de frío. Aquí solo hay dos estaciones, verano e invierno. La primavera y el otoño solo existen en el calendario retórico. No tomen taxis, el metro es fantástico.

Finalmente, aunque hay paquetes turísticos familiares, yo optaría por venir con amigos o mejor, solo. 

 

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