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Juan Francisco Escobar narra su hermoso viaje por Huancayo - 3

Por mi show personal he tenido la oportunidad de estar recientemente en Huancayo. Lo que me encanta de ir para allá es que la carretera está en buenas condiciones y eso te permite llegar rápido, además, tiene la ventaja de estar a no más de seis horas de Lima. Durante el trayecto uno tiene la fortuna de pasar por paisajes alucinantes, por eso yo quedé encantado incluso con el mismo viaje. De pronto llegas a la zona más alta, en Ticlio, y observas como lagunas y cumbres con nieve… es como para si vas en carro propio, sí o sí detenerte a tomar algunas fotos. Recuerdo que a la ida me tocó ir de noche pero el regreso fue de día y realmente lo disfruté mucho.

Ya en el mismo Huancayo lo primero que se debe resaltar es que la gente es súper cariñosa, el clima frío y seco es buenazo y hace bien. Es de esos sitios en donde te pones al sol y te mueres de calor pero vas a la sombra y ya te estás congelando. Hay que ir abrigados.

Aunque no tuve la suerte de salir tan lejos, sí aproveché para pasear por los lugares principales de los alrededores. Caminé por la Plaza de la Constitución, que es la principal de la ciudad y se caracteriza por tener una especie de arcos con piletas adornando y la catedral al frente. También estuve por Wariwillka, como a veinte minutos en carro, un complejo arqueológico en donde resaltan las construcciones de piedra y un manantial muy concurrido en donde la gente, sobre todo las parejas, pueden beber de su agua como parte de una creencia de amor.

 Otra cosa que también me gusta hacer cada vez que voy de viaje es ir a los mercados y en Huancayo cerca del centro, a unas cinco cuadras, está el mercado modelo que es a donde la gente tiene que ir para comprar quesos riquísimos, pan artesanal, recuerdos y sobre todo miel de abejas, que allá es simplemente otra cosa. Los precios son muy accesibles.

Yo sé que a mucha gente le gusta viajar en plan de aventura, pero yo recomendaría este destino más como un lugar para ir a descansar en pareja o solo, porque el ritmo de vida es distinto, es un lugar más tranquilo e incluso pequeño. A las afueras de la ciudad hay muchos hospedajes de todo precio en donde puedes quedarte y tener vistas espectaculares de paisajes naturales, bosques, chacras…en fin…lo último para pasarla súper bien es no olvidarse de tomar una pastilla para prevenir el mal de altura. Si saben que esto podría afectarlos, incluso al llegar intenten no comer nada pesado.  

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