MDN
Antonia del Solar


El equilibrio es clave en la vida de Antonia del Solar. Acaba de cumplir 40 años y, aunque se reconoce como ‘workaholic’, siempre hay un momento en su itinerario para salir a caminar a paso rápido como entrenamiento físico y una forma de cargarse de energías.

Por estos días, se toma un tiempo extra entre sus ocupaciones como conductora de televisión y blogger, para disfrutar del proceso de crear su primer libro, donde planea compartir lo aprendido acerca de salud y belleza a través de expertos y mujeres de diversas edades en los últimos 12 años.

Todavía recuerda que fue su abuela quien la introdujo en temas como el cuidado de la piel cuando tenía 15 años. “Me entregó una de sus cremas favoritas y me contó cómo usarla. Pero más que la idea de verme bien o no envejecer, en ese momento me atrapó el ritual de compartir conmigo un secreto, algo que para ella era especial”.

Por Norka Peralta Liñán Fotos Rafo Iparraguirre Directores de moda y styling Gerardo Larrea & Antonio Choy Kay


¿Tu interés por la belleza y el bienestar emocional empieza cuando entras a trabajar en televisión?
Cuando ingresé a “Oh Diosas” en el 2005 comencé a entrevistar a expertos sobre estos temas y tenía que leer mucho para estar preparada, pero ya tenía un interés personal. Mi familia vivía en el campo, en Pachacámac, así que tuvimos una infancia donde se disfrutaba de la chacra. Aprendí a cuidarme del sol desde adolescente, porque hacía fotos publicitarias y debía tener una buena piel. Sigo con esos cuidados y les agradezco porque tengo una piel cuidada, no tengo cirugías, ni botox. Recién, a mis 40 años, me hice un tratamiento facial con láser, pero no fue invasivo. No quiero hacerme nada que modifique mis expresiones naturales.

¿Desde tu experiencia, notas cambios en el ideal de belleza?
Muchas mujeres ya no buscan la belleza idealizada y en su lugar están intentando ser la mejor versión de ellas mismas. No siguen obsesionadas por las arrugas, pero ahora importa más tener una piel luminosa, hidratada y fresca a cualquier edad y, sobre todo, expresiva. No hay belleza sin expresión.

¿Qué diferencia al libro que estás preparando de otros que hayan tocado el tema de belleza?
Va a ser una guía en la que estoy reuniendo los consejos de expertos, pero también historias y anécdotas divertidas de mujeres que revelan sus propios cuidados de belleza. También habrá tratamientos y recetas hechas por especialistas que se pueden replicar en casa, aunque no haya mucho tiempo ni dinero, porque la idea es sentirse bien a diario, sin depender de otros.

¿Cómo organizas tu día a día?
Con el libro todo lo tengo mucho más programado, porque además tengo una familia. Entonces, el mejor momento para escribir es antes de que mis hijos y mi esposo se levanten o cuando ya todos están durmiendo. También tengo el blog, al que le dedico un día para redactar los contenidos de la semana. Puedo hacerlo porque dos de mis hijos (Matías, de 15 años, y Tomás, de 14) están grandes y no soy la típica mamá que no les deja hacer nada.

¿Cuál dirías que es tu estilo de crianza?
Cada uno está muy consciente de sus responsabilidades en casa. Ellos hacen sus camas, sacan a pasear a la mascota y cuidan a su hermano menor (Tadeo, de 7 años). La tarea de las mujeres que tienen hijos es crearles empatía sobre la crianza y hacerles entender que no se trata solo del trabajo de la mujer. Cuando les toque ser padres quiero que sean responsables y dedicados.

Conociste a tu esposo a los 14 años, ¿cómo se mantiene una relación de 26 años?
Lo conocí cuando tenía 14 años y él, 16. Nos casamos jóvenes, cuando yo tenía 23. En este tiempo nos hemos enamorado de distintas versiones de nosotros mismos, creo que eso implica un poco de suerte y mucho trabajo, porque nos propusimos madurar juntos. Lo conozco como a nadie, pero a la vez no me deja de sorprender.

¿Sientes que al cumplir 40 años estás en una etapa especial?
Sé que hay personas que celebran su ingreso a la base cuatro con una fiesta o una cena especial, pero cuando cumplí los 40 años fui al dermatólogo. No me asusta envejecer, pero quiero verme bien en el proceso. Quizá, más allá de lo físico, lo especial es que llego a esta edad satisfecha conmigo misma. La vida empieza y a los 50 años voy a estar mucho mejor.

¿Practicas algún deporte?
No me gusta la idea del “no pain, no gain”, no creo que verse bien pase por hacer rutinas dolorosas o someterse a tratamientos invasivos. Por eso, mi rutina de ejercicios es moderada, camino todos los días y hago pilates tres veces por semana. Camino de manera rápida durante una hora, es un tiempo que aprovecho para pensar en mi día y me organizo.

¿Qué te hace sentir orgullosa de ti misma?
Me gusta ser curiosa, conversar y preguntar hasta que aprendo algo nuevo. También me enorgullece tener amigos que confiaron en mí en momentos en los que no estaba tan segura. Recuerdo cuando tuve que asumir sola la conducción en “Oh Diosas” y me moría de nervios. Norma Martínez, que entonces era la directora de contenidos del programa, me dijo que si no lo hacía, no estaba confiando en su criterio, porque ella veía que sí podía lograrlo. Es importante tener en nuestra vida gente que vea nuestras capacidades, incluso antes que nosotros, y nos dé un empujón para atrevernos a avanzar.

Contenido Sugerido

Contenido GEC