A veces no caemos en cuenta de lo mucho que vamos creciendo hasta que toca cambiar de base. De la 1 a la 2 la cosa no parece ser tan crítica, pero de la 2 a la 3 sentimos que ya nos hemos convertido en adultas y que la vida es mucho más de lo que pensábamos a los 20.
No cabe duda que hemos experimentado cientos de cosas, tanto buenas como malas. Y en cuanto más nos acercamos a los treinta años, reflexionamos más sobre lo que hemos hecho con nuestra vida, lo que hemos alcanzado y lo que queremos para el futuro.
Si estás a punto de dejar atrás la base 2, sin duda te sentirás identificada con alguno de estos pensamientos.