Mayra Zunini
Un click y rescatas visualmente un momento, una situación, una anécdota, un detalle y un recuerdo que no quieres dejar en el pasado y deseas verlo plasmado por siempre. Es por eso que las fotografías familiares de tu bisabuela, tu abuela, y tus padres tienen un valor especial porque te ayudan a identificarte y a conocerte un poco más.
«Las fotografías son una memoria visual que no te permite olvidar» nos dice la historiadora de arte Marleny López. Las cámaras son tan comunes y vitales en nuestra vida, que son requisito indispensable de los teléfonos inteligentes. Al mismo tiempo, imprimir imágenes ha pasado a segundo plano ya que todo puede almacenarse en la nube. Basta un movimiento del pulgar para recuperar cualquier retrato entrañable. Para almacenar y restaurar las fotografías, podemos aprovechar lo que nos da la tecnología ¿Cómo? Aquí te lo contamos.
CUIDA, GUARDA, RESTAURA Y COMPARTE
Si tienes imágenes en negativo o en papel, puedes convertirlas en una colección digital y así compartirlas con tus familiares. ¿Cómo? Digitalizando cada una a través del escaneo para que los originales impresos no sean manipulados con frecuencia y no se dañen con la luz, la humedad o el ambiente.
Los típicos lugares en los que almacenamos nuestras fotografías son los álbumes de plástico, latas de galletas, cajones, bolsas o los portarretratos, pero el papel contacto, la cinta adhesiva, el vidrio o cualquier material adherente pueden dañarlas. Para ello, la mejor opción para guardar tus fotos son los álbumes de papel, que permiten un acceso rápido a las imágenes, dar un soporte a las fotos y agregar notas de identificación en sus páginas.
De forma casera, puedes utilizar cajas de papel o de cartón y, en ellas, colocar las fotos separadas por una hoja bond o un papel libre de ácido.
Las fotos más importantes y que deseas mostrar son las que se colocan en un portarretrato; no obstante con el paso del tiempo van perdiendo el color y se tornan amarillentas. Por eso, Marleny López recomienda siempre tener una copia digital o impresa para preservar la original y poder recuperarla y, según sea el caso, reproducirla.
Si tu imagen se dañó o rompió, puedes escanearla luego restaurarla con programas de edición de fotografías como Photoshop, pero si lo que buscas es arreglar una foto antigua, recurre a un conservador profesional. Si no sabes cómo hacerlo, evita intentarlo de forma manual, porque puedes dañarla para siempre.
EN LA ERA DE LA INTERNET
Aunque aplicaciones como Instagram y Retrica permiten aplicar diferentes filtros a tus fotografías, siempre es importante preservar la imagen en su forma original.
En tu computadora, puedes ordenar tus fotografías en carpetas con fecha y nombre. Softwares como Picassa de Google te permiten crear álbumes, organizar y editar todas las imágenes almacenadas.
Si tienes demasiadas fotografías, elige las más especiales y si no deseas imprimirlas, almacénalas en tres dispositivos: CD, USB o disco duro para evitar perderlas. Recuerda que las colecciones digitales deben tenerse en diferentes dispositivos, nunca sabes lo que puede pasar.
A TENER EN CUENTA
• Antes de adquirir una cámara, debes tener en cuenta la resolución y el almacenamiento.
• Tomar la fotografía correcta depende de la estabilidad de la mano, si no la tienes, puedes utilizar un pequeño trípode, que también puede adaptarse a los teléfonos inteligentes.
• Para ampliar una fotografía, tienes que tener al menos 1500 pixeles en alguno de sus lados.
• Evita almacenar fotografías en sótanos, cerca de paredes húmedas o del piso.
• Retira el polvo de tus fotos con una brocha de pelo de marta.
• Evita tocar las fotografías, ya que pueden provocar manchas permanentes. Es mejor si la manipulas por los bordes.